Pues ya vamos por la mitad del viaje por México y estamos disfrutando más de lo previsto, mejorando nuestras expectativas iníciales. Después de cerca de diez ciudades recorridas ya nos vamos aprendiendo los nombres de los héroes de la patria, a través de sus calles omnipresentes y casi siempre larguísimas. Los podemos recitar, casi como si fuera la alineación de nuestro equipo favorito. En esta hay políticos -buenos y malos-, insurgentes, consortes, mineros cabreados y silicosis... De todo un poco.
Benito Juárez: abogado, político y presidente. Su avenida siempre es imprescindible.
Francisco Madero: empresario, escritor, filántropo y político. Vamos, el Leonardo da Vinci de México. Y con el su vicepresidente: Pino Suárez. Asesinados la dos.Miguel Hidalgo: cura e insurgente, condenado a muerte, fusilado y con su cabeza expuesta para escarnio público, durante 10 años.
Pipila: minero y con gran reconocimiento, en Guanajuato, donde quemó la entrada de la Alhóndiga y con ella a cientos de españoles.
La Corregidora -Josefa Ortiz-, conspiradora y muy venerada en Querétaro.
Por lo demás hemos llegado a Guanajuato. Encontramos un hotel muy aceptable, antes de lo previsto y más, encontradonos en plena festividad de los Muertos. Pero, el camino al centro bfue algo más complicado. Tratamos de ir andando y casi fallecemos -para celebrar la festividad- en un lugubre y abrupto túnel de 400 metros.
Pero el centro, a pesar de estar abarrotado de turistas nacionales, es todo un encanto. La población ha sido construida en laderas y colinas, con casas de colores, a distinta altura.El centro histórico tiene iglesias, teatros, la Alhóndiga...con una buena zona peatonal. Escaleras, túneles, cuestas... Hay que esforzarse un poco, para llegar al cerro de la estatua del Pipila -con cartel de delito de odio en la base de su estatua-, para contemplar las magníficas vistas del valle y disfrutar de un animado mercado de comidas. En esta zona hay muchos vendedores de excursiones cercanas, pero no son muy pesados.
Me sigue cansando mucho caminar por las calles de aceras estrechas llenas de obstáculos y -por ahora-, de pacífica gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario