Todas las fotos de este post son, de Valladolid (España)
¡Sí!. Vosotros podéis pensar, que
somos la pareja perfecta -que lo somos-, que tenemos pasta para
aburrir -no es para tanto, aunque pretendemos seguir sin trabajar,
hasta nuestra muerte-, que conocemos unos 125 países -todos por
libre-, que no tememos, ni a Donaldl Trump, ni siquiera y eso es de
más valentía, a los hijos de puta de nuestros vecinos del adosado
de nuestra derecha. Y mira, que son dañinos, trogloditas, seres
primarios y asociales.
Más fuertes, que Sansón, hemos
salido liberados de la parte de nuestra familia tóxica y
chantajista, manteniendo relaciones bastante fluidas y cordiales con
el resto. Parece mentira, como se pueden mantener más conflictos
-sin ni siquiera, herencias de por medio- con tus hermanos, padres,
tíos y sobre todo, cuñados/as, que con cualquier ser
malintencionado y malévolo, con el que te encuentras a lo ancho y
largo de nuestro querido mundo. ¡Así de triste y de real!.
La verdad es y abordando
miserablemente la cincuentena, que ya sólo tememos a Hacienda -sin
motivo, porque no le debemos nada- y a las enfermedades, al ir yendo
para viejos. Y un poco, a dar menos la talla en los venideros viajes,
que esperemos y en breve, nos aguarden.
Pero, a pesar de tanta seguridad y
quietud, no podemos ocultarlo: ¡nuestra vida actual es una MIERDA!,
durante la última semana. Lo único, que progresa adecuadamente,
como se decía antes, son los estados, de Whatsapp. Esa cosa, que
pretende emular a Instagram o Snapchat y que no utiliza, casi nadie,
porque -en lo que supone la mayor lacra de la humanidad-, no tienen
costumbre de hacerlo y a ello se aferran. ¡Ya la tendrán, dentro de
unos meses y si no, al tiempo!.
El caso es y gracias a esta
herramienta, que yo he conseguido enganchar a mis casi octogenarios
padres, poniendo fotos espectaculares de nuestros viajes a India y
creo, que más tarde o temprano, picarán el anzuelo y visitarán el
país. Francamente, soy de la opinión, de que nadie debería morirse
sin ir, a India.
Pero, lo demás, ¡va fatal!,
especialmente, desde el miércoles. La polémica remontada del
Barcelona, me ha provocado una urticaria mental, de al menos 72
horas, que me ha mantenido en colapso transitorio y desconexión de
todo medio de comunicación deportivo (cosa, por cierto, que tampoco
viene mal, a decir verdad, para higienizar la cabeza).
Y, ahí no acaba todo. Ayer y con
confianza, acudimos al supermercado DIA, para beneficiarnos del
descuento del 30% en congelados, gestionado previamente en la app de
la compañía y, ¡oh sorpresa!, nos los cobraron a precio de tarifa
normal.
Sin fuerzas para reclamar por vía
telemática -dado, que el ordenador ayer por mañana, se estuvo
actualizando, indefinidamente, hasta que se lo impedí a las bravas-,
por tarde en el Mercadona, hemos esperado veinticinco números en el
pescado, para que un turno y dos antes, se liquidaran todas las
sardinas y los bacaladitos, que iban a ser nuestra compra. ¡Dios!,
¿por qué nos merecemos nosotros esto y tan seguido?... ¡Encima,
ambos eran marroquíes!. ¿No les basta con quitarnos el trabajo o
los subsidios, que ahora también, nos arrebatan las sardinas en
nuestra propia cara?. ¡Porca miseria!.
Aún y sin sospecharlo, me esperaba
algo peor, ¡realmente traumático!, en los tiempos, que corren. Al
llegar a casa -y como no otras pocas veces-, el móvil se rebeló y
se puso en modo avión, sin dejar desactivar este estado,
manualmente. En una confabulación planetaria, el wi-fi se alió con
él y todo se convirtió en el caos mundial y enajenación de
nuestras mentes y eclosión de ansiedades. Un círculo con una barra
cruzada nos hace ver, que el dispositivo nos lo tiene todo prohibido.
¡No le basta con geolocalizarnos, a cada instante, que ahora, nos
quiere poseer y dominar!.
¡Los treinta minutos, sin whatsapp,
mientras a duras penas, solucionábamos el problema, han resultado
ser los más escalofriantes y angustiosos momentos de nuestras
vidas!.
A todo esto, no todo había sido tan
malo, últimamente. Llevamos, en Valladolid, cuatro días en manga
corta y varias semanas, dilucidando, cuando emprendemos el séptimo
viaje largo -cada vez, queda menos- o si antes, llevamos a cabo un
periplo por la comunidad de Madrid, la provincia de Huelva o la de
Vizcaya.
De momento y a la espera de la futura
e inminente decisión, os dejamos unas cuantas fotos de nuestra
ciudad. Hemos caído en la cuenta, que tenemos fotos de más de cien
países y casi ninguna, de nuestro lugar de nacimiento
¡Ah, y lo del Barça, ya casi se me
va pasando, a pesar del robo arbitral!. 11 Champions, a 5, es lo
mismo, que el 6 a 0 de toda la vida, de cuando éramos pequeños. Y
eso, a pesar de Messi, que para mi, es de largo, el mejor jugador de
la historia, que yo conozco.
En los comentarios del blog, se
admiten condolencias por nuestro delicado estado, apechusques varios
y sobre todo, eclosiones opinativas osadas y sin la capacidad de la
ironía -el 99% de los seres humanos carece de ella- y también, los
que nos puedan dar consejos, que son muy bien admitidos (aunque no
solemos tenerlos en cuenta, dado, que vamos por libre).