Aunque, temíamos tener algún inconveniente y gracias a un eficiente expreso nocturno , hemos llegado con dos días de antelación a nuestro punto de regreso a España, Bombay. Tratamos de visitar la no muy lejana y paisajística -en India, nada queda cerca-, Matheran, pero la escasez de transporte y que siendo sábado, muchos indios han pensado lo mismo, nos dejan en tierra, aunque sin cabreo, porque casi, teníamos más ganas de hotel.
Hoy domingo, hemos transitado por Bombay, a medio gas. Al fin y al cabo, ya hemos estado tres veces antes aquí, hace mucho calor, hay excesiva gente por la calle y estamos agotados por el desgaste del esforzado periplo.
El lunes y no habiendo dormido demasiado, nos vamos prontito para el aeropuerto , aunque haya, que esperar casi ocho horas al embarque. No queremos correr más peligros, aunque los cacharros de mantenimiento del aeropuerto y las enormes maletas a toda velocidad de los pasajeros, sean casi tan amenazantes, como los infinitos testeles con ruedas de la calle. Como beber alcohol en esta zona está castigado con dos mil rupias de multa, tiramos de experiencia para evitarla.
Llega la hora del checkin. Lo hemos llevado a cabo on-line, pero para lo único, que sirve es, para obtener buenos asientos, porque debemos recoger las tarjetas en el mostrador, aunque no facturemos equipaje
Desde hace un tiempo, los controles de acceso con equipaje de mano nos resultan muy desfavorables y absurdos y casi siempre, afectan a mi pareja y mira, que hemos tratado de tirar, todo lo que puede ser conflictivo. Hoy nos revisan a fondo por los siguientes elementos: las agujas de coser y el hilo, unas pilas alcalinas, unas cucharas de plástico y las llaves de casa. Pero,bueno, ¿se las quieren quedar?
El vuelo, con destino a Abu Dhabi, sale y llega en hora. Hemos dado un gran paso, dado que en el lento control de pasaportes de Bombay, no nos han puesto una sola pega. Ahora, solo queda hacer tiempo -cinco horas- en el aeropuerto, casi nada comparado con las 18 horas que a la ida, estuvimos paseándolo. Para tomar reposado rumbo, al anhelado hogar.
¡O eso creíamos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario