Haciendo granero, a la espera de que
en 2.016 hagamos nuestro séptimo y último viaje largo, las
vacaciones de este año se van a reducir a unos 20 días, durante el
mes de noviembre. Aún sin los vuelos comprados -aunque sí,
investigados-, hay tres posibles itinerarios, que deberían
transcurrir -en este orden, de mayor a menor chance- por Corea del
Sur, Canadá, y el este de Estados Unidos y Canadá.
Seúl (Corea del Sur)
El recorrido por el país asiático
está casi perfilado. Llegaríamos a Incheon, que además de albergar
el aeropuerto de Seúl, parece una ciudad atractiva y punto de
partida para visitar la isla de Ganghvado, además de la fortaleza de
de Suwon y Panmunjom.
Seúl nos ocuparía -al menos- tres
días. Y desde esta capital visitaríamos, madrugando, Buyeo y
Gongiu.
Chiicago (Estados Unidos)
En el sureste, Gyeongiu -valle y
ciudad imprescindibles- y Busan, abarcarían unas tres jornadas. En
el suroeste, Gwangiu (por que coño es este país, acaba todo en
“giu”). La isla de Jejudo está en proceso de estudio, aunque
quizás, no sea la mejor época para aventurarse en esta empresa.
Nos hubiera gustado, hacer una
escapada de unos cuatro días, a Tokio, pero ir hasta allí, nos sale
por unos 250 euros -ida y vuelta, lo que es caro-, que no queremos
gastar. Así, que Japón, quedara para el próximo periplo largo.
Toronto (Canadá)
El circuito por Canadá y Estados
Unidos, abarcaría Chicago, Cataratas del Niágara -lado
canadiense-,, Toronto, Montreal, Ottawa, Quebec, Boston, Nueva York
-segunda visita-, Filadeldia y Whasington. La fortaleza del dólar y
el alto precio de los hoteles en Estados Unidos, hacen improbable
-pero no imposible- este plan.
La opción canadiense -casi inviable,
por el precio de los vuelos-, abarcaría los anteriores lugares
citados en este país y alguno más.
Más noticias, espero, a la vuelta.