Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

martes, 24 de julio de 2012

Inesperado cambio de rumbo: volvemos a casa


                                                                                             Bucarest
            Nuestros huesos, irremisiblemente, acabaron en la incandescente, cara y decrépita Bucarest (sobre todo en el barrio de la estación principal, que es la del norte). Pasamos casi más tiempo en el único cíber, que vimos, que por las calles, ya visitadas en dos ocasiones anteriores. Nuestra intención, de tirar hacia Constanza y bajar por la costa del Mar Negro, quedó frustrada por los precios del transporte.
                               Timisoara
            Lo de ir a Estambul –en caro bus- o a Trabzon –en caro avión-, para conectar con Georgia y Armenia, se fulminó en un instante, al ver lo que nos costaría volver a España, desde esos destinos, en pleno mes de agosto. Para colmo, nos soliviantó, que haya subido un 50% el visado de Turquía (de 10 a 15 euros).

            Brusco cambio de planes: volvemos a casa. Pero encontrar la manera de hacerlo, sin arruinarnos, nos lleva largo rato cibernético, hasta que conseguimos un asequible –que no chollo- Budapest-Madrid, por unos 50 euros, para dentro de tres días. Esto nos permite, visitar de camino, las agradables ciudades de Timisoara y Arad. Y volver por quinta vez, a la capital de Hungría.
                                                                          Timisoara
            Dos asuntos enrarecen nuestra mente, en los últimos momentos del viaje. No logramos entender, como en Rumanía hay buses, que te conectan con España (69 euros y 48 horas, a Barcelona y desde Bucarest), Italia, Inglaterra, Grecia u Holanda y no existe uno solo, entre Timisoara o Arad y Budapest. La única opción es el ferrocarril y de ello, se aprovechan.
                                                                                     Timisoara
Tampoco hay trenes regionales, que permitan hacer el viaje a tramos y cruzar la frontera, andando. La única opción es, un convoy internacional. Para poco más de 250 kilómetros, tenemos que pagar más, que cuando hicimos cerca de 500, el otro día, entre Bucarest y Timisoara.

El otro asunto no nos afecta directamente, a nosotros, pero nos indigna. Al bajar del tren en la estación de Budapest, observamos unas tremendas colas de guiris en las dos oficinas de cambio. Nos asustamos, al ver que la tasa que ofrecen por cada euro, es de 222 forintos. Pero, ¿si hemos visto en internet, una conversión de 289?. Saliendo a la calle y trescientos metros más allá, encontramos otro garito de cambio, donde canjeamos 10 euros, a 287 forintos cada uno. Si se hacen cuentas, al que haya canjeado 100 euros en la terminal ferroviaria, le han tangado más de veintidós y medio.
                                                                               Timisoara
            Por lo demás, Georgia. Armenia y tal vez, Azerbaiyán, lo retomaremos en un par de meses, una vez los precios veraniegos de los aviones, hayan retornado a la razón.
 Arad
Vivir un a Euro victoriosa en directo, descubrir la idiosincrasia de Ucrania y la identidad de Transnitria, han sido motivos suficientes para colocar este viaje de 18 días, en lo más alto.

Y Ucrania, para los chicos, presenta otros muchos atractivos, que ya podéis, suponer.
                                                          Budapest

4 comentarios:

Eva dijo...

Con este post se pone punto final, a la serie de nueve, que han compuesto nuestro último viaje de 18 días, por Polonia, Ucrania, Transnistria, Moldavia, Rumanía y Hungría.

Espero, que os hayan gustado y/o sido de utilidad.

Saludos.

Anónimo dijo...

Gracias, eva, de nuevo, por deleitarnos con estas bonitas y entretenidas historias y estas estupendas fotos.

Saludos

Sonia.

Eva dijo...

Gracias a ti, Sonia, por seguir el blog

Anónimo dijo...

Acabo de leer tu "blog" sobre tu viaje a los cárpatosbalkanes y no sé qué más y me he quedado impresionada! Cómo se puede escribir semejante aberración??

"En condiciones normales y si no se tiene un interés especial, para Milán basta con un día. 2-3 son suficientes para Budapest. Sighisoara y Sibiu se hacen en una mañana y una tarde (incluido el sufrido trasbordo en la estación de Copsa Mica). Para Brasov y Bran es suficiente con otra jornada, aunque hay que madrugar y aún así se irá algo ajustado. Bucarest y Sinaia se hacen en un día, lo mismo que Belgrado. Incluso, si queda de paso, se podría incluir también Novi Sad en la excursión. A Sarajevo se le puede echar otro día y para Mostar es incluso suficiente con media jornada. Dubrovnik lleva 1-2 días y Kotor y Budva se pueden hacer en ouna jornada. Skhoder, Tirana y Durres se pueden visitar en otra y aún así, sobrará tiempo"

Conozco casi todas las ciudades que mencionas y me parece un insulto hacia su cultura, su arte, pero sobre todo hacia su HISTORIA (triste en la mayoría de los casos)decir que se pueden ver en media mañana!! En un viaje a Escocia estuve un día en Glasgow y una persona me preguntó si fui "para decir que había estado", me dejó impresionada tal pregunta y sin embargo al ver tu viaje de 11 días por 8 países(?) desde luego que me parece que lo habéis hecho para decir que "habéis estado", porque dudo mucho que hayáis podido disfrutar de un mínimo de su ambiente, de su gente, de su intrahistoria, de su esencia en definitiva, y que hayáis visto algo más hayá que con un simple vistazo. Veo que tienes una web con muchísimos viajes; espero sinceramente que os lo hayáis tomado con más calma; si no, definitivamente podréis hacer una guía de "La Vuelta al Mundo en un fín de semana".

Saludos, Pepa.