Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

martes, 17 de julio de 2012

Educados, amables, pero con escasa curiosidad hacia el extranjero


Lviv
            La mayoría se las ex-repúblicas soviéticas, incluida la propia Rusia  y Ucrania –el caso que nos ocupa-, tienen muy mala fama por las dificultades idiomáticas, la escasa atención al turista y la frialdad de la gente. Algo de verdad hay en todo ello, pero también de mito o injusticia. Cierto es, que es más improbable encontrar un cartel en nuestro alfabeto, que un agua mineral que no tenga gas. También, que casi nadie domine otra lengua, que no sea el ucraniano o el ruso y que dan por hecho, que tú lo hablas con soltura. Pero, es verdad igualmente, que los viajeros nos amparamos en ello, para no intentar otras formas de comunicación.

            Como en otros sitios, debemos de partir, de que nadie tiene obligación de saber inglés. Después, tratar de hacerse con un diccionario o guía de conversación –por diversos motivos, no ha sido nuestro caso-, que facilita mucho las cosas. Y, por último, asumir el hecho cierto, de que los que realmente necesitamos de su ayuda, somos nosotros.

A partir de ahí, la imaginación puede volar por donde se quiera. Resulta muy útil, escribir los precios en una libreta o entregar la cantidad exacta de dinero, para comprar el montante total en gramos. Pero, lo más ventajoso, es recurrir a los dibujos para expresarse, bien sea en forma de tren, autobús, luna -para indicar si es por la noche-, sol –por el día-… A la gente le suele resultar muy divertido y colaboran casi siempre, para sacarnos de nuestras dudas. Eso sí: el uso reiterado de esta técnica, puede llegar a ser agotador.                              Lviv

            Los ucranianos son gentes muy educadas y amables, aunque no sientan demasiada curiosidad por los extranjeros (en ambos casos, nos recuerdan a los chinos). Otra cosa es, determinados funcionarios de los servicios públicos –en el transporte y generalmente, personas mayores-, que se muestran maleducados y escasamente colaboradores, tal vez, debido a viejas costumbres de tiempos pretéritos.

Por lo demás, Ucrania ha hecho los esfuerzos justos y con motivo de esta Euro, para atraerse al resto del continente o del planeta. Y todos ellos, circunscritos a las ciudades que han sido sedes (Kiev, Lviv, Donetsk y Kharkiv ): espectacular despliegue policial –no siempre eficaz-, voluntarias con tan buen dominio del inglés, como estilizada y bella figura, correctas oficinas de turismo –de amplio horario- y numerosos planos callejeros, con el fin de facilitar las cosas, a los curiosos y escasos turistas o a los futboleros.
                        Pochayiv
            Después de Lviv y tras pasarnos de largo de nuestro destino, por problemas de comunicación verbal, retrocedimos hasta él, tras pernoctar en un magnifico hotel –en Kremenets-, con aire acondicionado y televisión de pantalla plana, con más de 80 canales (todos en ruso y ucraniano).

Pochahiv es un lugar pequeño, coqueto y bien urbanizado, que destaca por su espectacular santuario, abarrotado de entregados peregrinos. Dos militares vigilan cada uno de los accesos, para impedir que se cuelen mujeres “mal vestidas”. Lo curioso es, que vale entrar con falda por las rodillas, pero no, con pantalones hasta los tobillos o más bajos.

            Aunque, casi siempre ridículas, cada religión pone sus normas y es lo que hay. Por el faldamento que te prestan, para que vayas, supuestamente, decoroso, te cobran un depósito, que luego, te devuelven. Empezamos a encontrar ciertas similitudes, entre esta rama del cristianismo y el budismo. Las dos más significativas, son las velas prendidas sobre la arena y las machacantes y reiteradas campanadas, durante largos periodos de tiempo.

            Mañana es el gran día. Siempre, se ha criticado como los locutores españoles, pronuncian los nombres de los futbolistas alemanes, checos o polacos. No les falta razón. Nosotros, no nos sorprenderemos en tan solo unas pocas horas, cuando oigamos: Ramosa, Cesca (Fábregas), Buffona o Pirloa. Ya nos hemos acostumbrado, al ver las semifinales. Pochayiv

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias. Tengo pensado ir pronto para allí y tus opiniones me aclaran bastante, sobre lo que me voy a encontrar

Un saludo.

Antonio.

Pd: Acabo de descubrir tu blog, en google y me parece muy interesante

Anónimo dijo...

Lo que aparece en la segunda foto es un misil de verdad o es de juguete??

Salu2

Karlos

Eva dijo...

Hola, Karlos

Cuando lo vimos de cerca, en esa especie de museo de armamento, al aire libre, nos pareció, que era de verdad. Lo que desconocemos es, el modelo y el alcance, que tiene.

Saludos.