Todas las fotos de este post, son de Arusha
Casi al principio del viaje,
escribi sobre las ciudades no ciudad. Ultimamente -Lilongue, Dar el Salaam y
Arusha-, con lo que nos estamos encontrando, es con ciudades anti ciudad.
El fenomeno, se percibe mucho mas
facilmente, de noche, que de dia, cuando viajas en el bus hacia ellas. Empiezas
a ver luces, pero de repente, desaparecen y vuelves a estar en medio de la nada
y asi, repetidas veces, hasta que -en ocasiones, despues de una hora-, llegas a
la terminal de autobuses.
La primera vez, que contemplas este
fenomeno, resulta algo angustioso, sobre todo, si vienes de un largo viaje.
Hasta bien has entrado en la ciudad, no llegas a saber, si se trata de esta o
de nucleos rurales dispersos.
En un continente tan poco abrupto como
este, parece que el terreno no es un problema y este tipo de capitales, se
construyen a lo ancho y no a lo alto, dejando espacios vacios, entre unos núcleos
poblacionales y otros. No es de extranar, ver a todas horas, infinito numero de
cacharros -microbuses-, que conectan el centro, con cada una de esas celulas de poblacion.
A pesar de ser ciudad anti ciudad, a
Arusha no le falta encanto. El asfixiante calor de Tanzania, da aqui un alivio
al viajero. No hay excesivo caos y la limpieza es mucho mayor, que en Dar es
Salaam. Tambien es un lugar, mucho mas urbanizado, con aceras muy nuevas en algunos
tramos, fosos tapados -aunque, no todos- por rejillas o losetas y farolas encendidas por la noche -solo algunas-.
Eso si, tampoco escapan en este lugar, a los cortes aleatorios de luz y agua.
Empezamos a barruntar y dado el diferente
estado de conservacion, que los males de las ciudades de esta zona del planeta,
son mas achacables a la autoridades locales, que al gobierno de la nacion.
Hasta la policia aqui, tienen sus
chalecos nuevos -de un amarillo impoluto-. Y que decir, del encantador gran
mercado, inmaculado, pero con mucho encanto y donde las vendedoras, se dejan fotografiar
de cerca, como replica, a un exhasperante individuo, que corre tras nosotros,
la grito de, "no photo, no photo". Al menos en Arusha, no nos han
intentado robar, como si lo hicieron en dos ocasiones, en Dar es Salaam.
Solo hemos visto una agencia de safaris.
Es normal, porque no hay turistas a los que venderselos. Al entrar, se nos ha
encogido el corazon: 850 dolares por barba, por cuatro dias en Serengeti!!. Y
se trata del safari "budget", que no incluye ni el agua. Ni siquiera trató,
de vendernos el "luxury”.
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