Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

sábado, 12 de mayo de 2012

Mejorar África occidental, ostensiblemente, saldría gratis o casi (parte II de IV)

          Sin anécdotas tan llamativas para ilustrarlos, enumero otras situaciones. Como suman un total de 54, he decidido agruparlas por campos
                                                   Cap Skiring (Senegal)
“Convivencia”:

6º.- Insensibilidad a la basura y a tirarla en cualquier parte.

7º.-Que te den una bolsa negra, con casi todo, por ínfima que sea la compra y que acabará revoloteando por cualquier parte, movida por el aire de la tarde.

8º.- Tratar de meterse con la moto, hasta el corazón de los mercados, de calles estrechas o hasta el interior de los establecimientos, sin reparar en el daño, que hacen a las ventas de los tenderos de los primeros o al patrimonio de los segundos, que han pagado el asfaltado de la calle, de su propio bolsillo.

9º.-.Falta absoluta de educación en las relaciones sociales y comerciales, una vez obtenido el dinero. Explicaciones inexistentes, ante cualquier carencia del servicio.

10º.- Transmitir por toda la ciudad y a todo volumen los cánticos religiosos, que sólo representan y desean escuchar unos pocos.
11º.- Comer todos del mismo plato –con cuchara o con la mano- habiendo vajilla suficiente.

12º.- La costumbre de convertir ríos y arroyos, en vertederos de basura.
Tarfaya (Sahara Occidental)
13º.- Pocas escuelas normales y muchas coránicas.

14º.- Por un mismo barrio, transitan coches de caballos, junto a vehículos de lujo, cabras, gallinas…. Aunque, haya quién pueda considerar esto, como un síntoma de tolerancia y convivencia.

“Calidad de vida”:

15º.- Alguien tendría que explicarles, a esta gente, que si con dos hijos, no pueden salir adelante, menos lo harán con cuatro.

16º.- También, que la cabeza sirve para algo más, que para llevar sobre ella, bidones, barreños, bandejas, platos o postizos para el pelo. Va a ser difícil, que lo entiendan, pero habría que hacer el esfuerzo.

17º.- Pero tontos, al final no son, porque a la vez celebran –con cierre de todos los servicios básicos-, fiestas católicas y musulmanas, convirtiendo el calendario laboral en una delicia, para cualquier occidental.
                          Nouakchott (Mauritania)
18º.- Teniendo verdaderas carencias económicas, a todas partes van en taxi, incluso, cuando son distancias muy cortas, No desgastan los pies, ni siquiera para bailar, porque también los arrastran, como hemos visto en unos cuantos bares

19.Barren con escobas de palo corto –incómodamente agachados-, siempre al centro de la calle o a los pies del que pasa en ese momento, por delante de ellos..

20º.- Tapan las cervezas con la chapa, mientras la beben, pero luego, comen o retozan entre la basura y sin lavarse las manos.

21º.- Cada parada en la carretera, es posible encontrar a los vendedores, ofertando la misma mercancía y no otra cosa. Además de lo que puede ser útil para el viajero –snacks y agua-, también abunda lo inútil, en formatos múltiples (mandos para la tele, pósters, imanes para nevera….).

22º.- Encontrar una farmacia de guardia en un día festivo -Pascua-, en Dakar, es tremendamente más difícil, que hallar una licorería abierta. Aunque, esto no carece de lógica. Hay bastantes más demandantes de bebidas alcohólicas, que de medicamentos (aparentemente).
Elinkine (Senegal)
23º.- El sistema de venta en las calles. Los de las tiendas sacan su mercancía afuera. Enfrente, se colocan los de los puestos callejeros y por el poco espacio que queda entre medias, circulan los vendedores ambulantes, cargados de trastos. ¿Por dónde acceden los compradores?. Habría que añadir además, los vehículos mal aparcados y el infernal tráfico de la calzada.

24º.- Una farola ha caído y se halla desplomada en la plaza principal, de Dakar. Lo curioso es, que aún da luz desde el suelo. Nadie se sorprende. Después de una semana, aún sigue así.

25º.- En occidente, los supermercados son las tiendas de los pobres. En gran parte de África, las de los ricos –blanquitos-, dado que se venden productos –teóricamente- exclusivos, por cuatro o cinco veces lo que valen, aquí. En los pocos bienes que compiten –de fabricación local-, son más económicas las tiendecitas callejeras.

26º.- Ausencia muy generalizada de mosquiteras, a diferencia de otros países más pobres, de África occidental, en los alojamientos económicos. El coste es ínfimo –un par de euros-, en relación con los beneficios.

27º.- En un recorrido en transporte público por Dakar, leímos en una pared: “vamos a retirar la basura de las calles y a aprender a comportarnos”. Sobre lo primero, está todo dicho. Sobre lo segundo, no está mal, que se planteen el objetivo, pero queda todo el camino por andar.
                                                                                Sale (Marruecos)
Al margen de poner freno a su habitual agresividad, ilustro con dos ejemplos, entre las diversas situaciones, que nos ocurrieron: a) subes en un transporte y dejas los bultos, ocupando tus asientos. Bajas y cuando reingresas, alguien se ha sentado en tu sitio y ni siquiera ya sabe, donde ha puesto tu equipaje. b) estas en un cíber navegando. Levantas el culo, para mirar algo en la pantalla y de repente, alguien llega por detrás y te quita la silla.

28º.- Se plantan en mitad de la acera, interrumpiendo el tránsito, como si fueran una farola. De poco sirve, que les digas y repitas: “s’il vous plait”.

Mejorar África occidental, ostensiblemente, saldría gratis o casi (parte I de IV)

            En este apartado, se reseñan situaciones características de África occidental (fundamentalmente, de Senegal). La mayoría, se podrían revertir, sin apenas desembolsos económicos importantes. Simplemente, bastaría con un cambio de mentalidad. Aunque, debería ser profundo. Vamos allá.

            En nuestra penúltima tarde en Kaolak (Senegal), acudimos al cíber, para tratar de decidir nuestro inquietante futuro y sufrimos un desagradable incidente. Tras una hora de nefasta conexión, vamos a pagar los 300 francos, con un billete de mil. Lo agarra el encargado, rápidamente y nos indica, que no dispone de cambio. Pasan cinco minutos y viendo, que no se mueve del sitio, le indicamos que tenemos prisa y que deseamos recibir la vuelta. Sin siquiera contestarnos, cambia de ubicación en el local y se sienta en otro sitio, sin inmutarse.
                               Camino de Kayes (Mali)
Poco a poco, vamos subiendo el tono y nos indica, que no es su problema, que no podamos pagarle con el dinero justo. Amenazamos con llevarnos un teclado y una pantalla, pero no sirve. Tenemos que estallar y encolerizarnos, para que uno de los que le rodean, que esta recargando su móvil, le preste la moneda de 500, que le falta para darnos el maldito cambio. Ha pasado casi un cuarto de hora y aún tenemos que aguantar, que nos diga que nos estamos poniendo muy nerviosos y hablando muy deprisa. En esta desagradable escena, se dan varias de las enormes rémoras, que arrastra África occidental, especialmente, en Senegal:
                                 Isla de Goreé (Senegal) 
1º.- Falta de cambio: es un mal endémico. Portes el billete que lleves, salvo en las negocios regentados por los blancos. No tienen ningún pudor, en negarte la compra y si ya han prestado el servicio, hacerse los remolones o que tengas que ser tú, el que te busques la vida, para darles el importe exacto. La –en occidente, Asia, África oriental y otros lugares del mundo- habitual experiencia de ir al banco y conseguir monedas para el negocio, es desconocida o simplemente, exótica, en esta zona del globo.

2º.- Atrapar el dinero y luego ya veremos, en que condiciones te presto el servicio y por supuesto, sin devolverlo, aunque no cumplan su compromiso. Ocurre muy a menudo, en el sector del transporte, aunque se desparrama por todos los demás. El concepto cliente o servicio, simplemente, no existen, ni tienen pinta de aparecer en el medio plazo.

3º.- La desidia generalizada, que se muestra en actitudes, como estar todo el tiempo posible tirados a la bartola o sentados, contemplando el infinito. Solo se mueven, si van a conseguir dinero, a cambio y en muchísimas ocasiones, arrastrando los pies y con ademán cansino. Te sirven la botella de cerveza y te la cobran de inmediato. Luego, tardan cuatro de hora en traerte el cambio. El casco, que dejas sobre la mesa, puede estar sobre ella, hasta la hora de cerrar –o la mañana siguiente-. No es, que no lo recojan porque estén entretenidos, haciendo algo. No conocen más ocio, que holgazanear o enredar con el móvil. Y es extraño, porque cuando son pequeños, se entretienen con cualquier cosa.
Al hilo de la cerveza, reseñar otro increíble incidente, que habíamos padecido por la mañana en el bar, donde llevábamos tres días haciendo bastante gasto. Las primeras cervezas, nos las cobran al precio de siempre, pero las segundas, no, porque al patrón, se le ha ocurrido subir el importe, a media mañana. Y esto nos hace entrar en el siguiente apartado.
 Rosso (Mauritania) 
4º.- Desconsideración absoluta hacia el cliente, incluso por menos de 10 céntimos. Por supuesto, no volvimos a pisar ese sitio, aún pagando más caras las bebidas en otro local, provocando el problema número

5º.-. Por no pensar en el futuro, perdieron mucho más dinero, que el que ganaron con su treta.

jueves, 10 de mayo de 2012

Muy buenas vibraciones y más sensaciones de las esperadas

           Esta vez, no perdimos el avión y aterrizamos en Nador, sin novedad. Como los taxis son caros y no encontramos a nadie para compartirlo, empezamos a andar por la carretera, a ver que ocurre. A los 100 metros, se detiene un cochazo, ocupado por varios jóvenes. Lo conduce un chico, que ha venido a buscar a sus amigos al aeropuerto, que venían en nuestro mismo vuelo. Nos invitan a subir y cambian hasta su ruta, para acercarnos hasta nuestro destino. Conversación entretenida, sobre la crisis y el fútbol, a gran velocidad –más de la permitida-, cuando nos detiene un policía. Él sonríe y los chicos, también. Hay gestos de complicidad. Larga charla en árabe, en la que nos parece entender, la palabra, comisaría. El conductor muestra su carné de conducir, junto a 20€. El primero le es retornado, pero no así y como cabía esperar, los segundos. Más sonrisas y adiós. Según nos cuentan, por lo legal, la multa habría sido bastante mayor.   Nador

            Nador es una ciudad moderna, con cierto encanto, gracias a su paseo marítimo, su gran mezquita y sus numerosos puestos callejeros, de ropa, comida, fruta o te, muy especiado y a 1 dirham. La tarde se muestra muy ventosa. Están tan poco acostumbrados al turismo, que pasamos desapercibidos.

            Al día siguiente, nos vamos a Melilla. Larga cola y lentos trámites para pasar a la ciudad española, después de deshacernos a voces, de los que te quieren vender por 3 euros –como en Ceuta-, un formulario de ingreso, que es gratuito.
                                                                                   Melilla
            La ciudad resulta ser, mucho más de lo esperado. Tras la frontera, se halla un barrio marroquí, con sus negocios típicos y mucho embalaje, tirado por el suelo. Luego, y caminado por el paseo marítimo, se llega a la plaza de España y a sus calles colindantes, con bellos edificios modernistas (el segundo exponente nacional en este estilo, después de Barcelona). Justo pasando otra plaza, nos encontramos otro barrio marroquí, donde numerosos hombres, venden sardinas frescas, en cajas colocadas en el suelo.

            Pero, la joya de Melilla es su extraordinaria fortaleza, restaurada y espectacular. Es gratuita, como todos sus museos. La visitamos solos, con un tiempo muy variable, mientras el mar golpea fuerte, contra las rocas y los muros. Extraordinarias vistas de la escarpada costa y de las islas de Chafarinas, en una jornada sin nebulosa alguna (algo, que nos dicen, es muy frecuente).

            Después de comer, nos aprovisionamos de euros en el cajero, conservas y bebidas alcohólicas, para nuestro dilatado periplo marroquí, por el Sahara occidental y la antialcohólica Mauritania.

            Cambiamos de planes. Para no pasar el fin de semana en Rabat, a la espera de hacer la visa de Mauritania, iremos hasta Oujda y así, llenaremos un día más. Cogemos nuestro primer autobús del viaje, que para variar, en Marruecos, sufre un avería.

            Oujda es una ciudad agradable, de las más modernas de Maruecos. Su limpia, tranquila, bien asfaltada y coqueta medina, nos recibe con sosiego, aunque también, con algún desequilibrado y niños pedigüeños, bien vestidos. La calle de las joyerías, parece surgida de cualquier barrio lujoso, de Nueva York o Londres.

            La especialidad del lugar, no es el tajine o la harira, sino el “todo junto”, que se vende en decenas de establecimientos: carne o embutido, huevos, queso y verduras, en un mismo bocadillo, a libre elección de ingredientes y con papas fritas.

            Las imposiciones religiosas aquí, aparecen también, más relajadas. Son muchas, las chicas que llevan el pelo sin hijab o que visten ropa ajustada –aunque sin escote, si en algún caso, con parte de las piernas al aire-, hay tiendas de cerveza y alcohol y hasta vemos a jóvenes, con pantalones estilo “cagados”. El mayor poder adquisitivo, se muestra, entre otras muchas facetas, en la buena cantidad de gente, que lporta gafas.
              Oujda
            Si en Nador, no nos pareció estar en Marruecos, hoy en Oujda, nos da la sensación de estar en Europa, sino fuera porque cuatro colegiales, recogen la lata de cerveza, que hemos dejado vacía en el suelo y rechupetean las babas, como si estuvieran deleitándose, con Moet Chandon. ¿Será esta nueva generación, la qué formará el revolucionario islamismo del futuro?. Tiempo al tiempo.

miércoles, 4 de abril de 2012

Golpe de estado en Mali, en vivo y en directo

             Hola. Ha pasado mucho tiempo, pero estamos bien. Nos ha resultado imposible comunicarnos. Hemos retornado de Mali, donde hemos vivido un golpe de estado, en vivo y en directo, con sus tanques; vehiculos militares y rafagas de metralleta incluidos. Da bastante miedo, ver a un tipo con cara de loco, cargando un arma de repeticion delante de ti. Bamako quedo desierto, durante cinco dias; con todo cerrado. 
Djenné (Mali)
Conseguimos visitar el resto del pais; sin mas problemas, que el asfixiante calor y los insufribles transportes. El aeropuerto esta cerrado, pero hemos salido del pais por tierra; sin problemas.            
             

             Volvemos hacia Dakar, con calma y deesconocemos, lo que haremos, dado que todos los vuelos son muy caros. Lo mas probable, es que lo hagamos por tierra; hasta Marruecos y de ahi, volemos a Libano y Chipre o a casa. Cualquiera de las opciones, llevara algun tiempo, porque tenemos que volver a gestionar la visa de Mauritania. Hemos descartado visitar Burkina Faso y Ghana.

             Esperamos, que esteis todos bien y trataremos de comunicarnos, lo mas tempranamente posible. Lo de Mali, ha sido una autentica pelicula, de todos los generos, que ya os contaremos. Gracias por preocuparos por nosotros.

lunes, 6 de febrero de 2012

Calentando motores

                                                                                 Oussouye (Senegal)
            Si nada lo remedia –a ese tipo de contratiempos, ya estamos acostumbrados, últimamente-, mañana 7 de febrero y tal como estaba previsto, partimos en nuestro quinto y último periplo largo. Los planes siguen siendo los mismos, a grandes rasgos, a los expuestos en el post anterior.

De todos los viajes largos, este es el que va menos improvisado, en cuanto a los preparativos. Aunque, probablemente –nos tememos-, será el que nos vaya a generar más incertidumbres, a lo largo de su desarrollo. Todas las zonas del mundo, nos producen bastante respeto, pero África occidental y una vez abandonado el reino alauita, rumbo a Mauritania, aún más.

                                                                                           Segou (Mali)
            En Marruecos, haremos lo descrito en el post de más abajo. En el resto de países, tenemos previstas las siguientes visitas (teniendo en cuenta, que seremos muy flexibles, para añadir o quitar destinos):

            -Mauritania: Nouadhibou, Nouakchott, Chinguetti, Ouadane y Oualata.

            -Senegal: Saint Louis, desierto de Lompoul, Dakar, isla de Goree, Toubab Dialaw, Mbour, Joal Fadiouth, Palmarin, Toubakouta y Casamance.

            Gambia: Banjul, Serekunda, Gunjur, Kartong, isla de Ginak, Georgetown, Vassu y Basse Santa Su. Aunque, los tres últimos destinos, los tenemos muy dudosos, debido a unos cuantos factores, entre ellos, el tema del transporte.

            -Mali: Bamako, Djenne, Hombori, Mopti, País Dogon (Bandiagara y Songo), Sikasso, Ségou y Timbuktú.

-Burkina Faso: Ouagadougou, Bobo-Dioulasso, Banfora y Gaoua
Desierto del Sahara

-Ghana: Accra, Keta, Axin, Cape Coast, Ada-Foa, Larabanga, Kakum, Biriwa, Bosumtwi y Elmina.

En Togo y Benin, aún no tenemos muy estudiado el itinerario, dado que no hay mucha información en internet. En el primer sitio, iremos seguro, a Kutammaku y en el segundo, a los Palacios Reales de Abomey.

Como en periplos anteriores, trataremos de llevar el blog al día. Aunque en este sentido, nada podemos garantizar.

jueves, 26 de enero de 2012

África occidental, desde el 7 de febrero


             El día 7 de febrero, partimos hacia África occidental, en nuestro quinto y último viaje largo (con el permiso de Ryanair). Curiosamente, la fecha es la misma, que cuando iniciamos el primero, hacia Sudamérica, Centroamérica y México, en el ya lejano, 2.008.
San Louis (Senegal)
            Volaremos con Ryanair, desde Madrid a Nador (8,99 euros) y desde ahí, visitaremos Melilla, para proveernos también, de viandas y bebidas alcohólicas. Recorreremos el camino –más de 500 kilómetros-, que nos separará de Rabat, tratando de hacer alguna visita intermedia, interesante. Aunque, no será fácil, dado que Marruecos, lo tenemos bastante trillado (será nuestro séptimo viaje al país y el primero en invierno).

            En Rabat, solicitaremos la visa de Mauritania y tal vez –dado, que las embajadas están contiguas, según tengo entendido-, la de Mali. Si no hacemos allí esta última, la obtendremos, en Dakar.

            Comenzaremos a bajar hacia el sur. Desde la mil veces visitada, Marrakech, hasta El Aioun y desde ahí, hasta Dakhla. Ambos recorridos, los haremos en transporte público, valorando en su momento, si nos conviene hacer alguna parada intermedia, en función de si hay o no, cosas interesantes.

            Seguiremos avanzando, por el Sahara occidental, hasta llegar a la frontera, de Mauritania. Esta vez, creo, deberá ser en taxi compartido o privado, dado que no hay otros medios de transporte. No tenemos muy claro, que haremos en este país. Habrá, que estudiarlo. Pero, nuestro fin, es llegar hasta Senegal y recorrer el país, para terminar en Gambia.
                      Nouadhibou (Mauritania)
            Nuestro siguiente objetivo sería Mali, si finalmente descartamos, Guinea-Bisáu. Lo que no contemplamos y es definitivo, es entrar en Sierra Leona o Liberia, por variadas razones. Por lo que la salida natural, desde Mali, es hacia Burkina Faso, primero y Ghana, después. Togo y Benin, podrían ser los últimos destinos de este periplo.

            La mayor duda –aunque a estas alturas, no nos preocupa demasiado-, es como llevar a cabo el retorno, dado que los boletos de avión desde África occidental, son realmente caros. Lo más barato es retornar desde Dakar, pero para llegar hasta allí, tendríamos que volver, a sacar y pagar visados, si es que no nos han permitido, hacerlos de entradas múltiples (aspecto, que ahora desconocemos).

            Decir, que hasta hace días, contemplamos la posibilidad, de incorporarnos a una de esas expediciones, hasta Senegal, que se anuncian en los foros (especialmente, en Lonely Planet). Todo te lo pintan muy bonito, hasta que tratas de clarificar el capítulo de gastos, bien desglosado. Por lo que he visto, más que compartir un viaje y una experiencia, lo que buscan, es que les salga casi gratis, llevando además, la sartén por el mango. Además, a veces, hay agencias o guías turísticos por el medio. ¡Cuidado con estas proposiciones, que pueden encubrir algo deshonesto!.         Camino de Kayes (Mali)

            Chipre y Líbano, que en un principio, iban a ser las primeras escalas de este viaje, quedarán para otra vez, no muy lejana, en un viaje corto, de unos 22 días.

miércoles, 18 de enero de 2012

Un pequeño contratiempo

            Serán cientos y miles, las quejas que anualmente, se plasman sobre Ryanair. Ya os digo yo, que la mayoría, son infundadas (salvo la sentencia de aquel atinado juez, que decidió, impedir pagar por no llevar impresa la tarjeta de embarque -40 euros-, dado que una compañía transportadora –lógicamente-, debe proveer al transportado, de un título de transporte). La empresa aplica una política, absolutamente agresiva, en cuanto a precios, aunque también –como Ikea-, establece su propia república, en la que a algunos, les resulta difícil manejarse.
                                                                       Nicosia (Chipre)
            No es nuestro caso, dado, que hemos volado más de cincuenta veces con ellos y nunca, tuvimos problema alguno. Hasta hoy. Nos han trastocado, gravemente, los planes y hemos perdido algún dinero, que no esperamos recuperar –a pesar, de poner la pertinente reclamación, en los servicios de consumo-.

            No estamos muy disgustados –aunque, si contrariados-: No queremos ser injustos. Muchos de nuestros viajes por Europa y el norte de África, no hubieran sido posibles, sin ellos.

            Lo que más nos ha fastidiado –más, que el dinero o los desplazamintos-, es la cara de gilipollas, que se nos ha quedado, tras los acontecimientos y el muy mal trato recibido, tanto por el personal del aeropuerto de Villanuela (Valladolid), -aunque es normal, porque aquí, somos así de ásperos- y del de Ryanair. Pero, la rabia se quema y amanece un nuevo día.
                                     Limasol (Chipre)
            Los hechos son tan sencillos, como breves. Llegamos al aeropuerto. Suponemos, como otras veces, que con media hora o tres cuartos, es suficiente –teniendo la tarjeta de embarque y sin facturar-, para hacer los trámites oportunos, de un vuelo nacional.

            Sospechamos, que algo no va bien, dado que no hay nadie, en los lugares de embarque. Un desagradable policía –o similar-, nos espeta, gritando: “Y, ¿ustedes donde van?”. “Pues mire, a embarcar hacia Barcelona y a tomar mañana, un vuelo hacia Lárnaca (Chipre), desde Gerona”.

            “Pues no –contesta-. El embarque ya está cerrado y el vuelo ha salido”. Nos miramos atónitos. Faltan 35 minutos, para la partida oficial del vuelo y según la compañía, la puerta no cierra, hasta treinta minutos antes.

            La pregunta la entenderán, tanto profanos, como avezados ¿Es normal, que un avión despegue más de media hora antes y se olvide de sus pasajeros (aunque, hayan pagado solo 4€, por un recorrido, que en bus, vale 45?.

En veintitantos años de viajes –y eso que las cosas, durante este tiempo, han cambiado mucho-, es la segunda vez, que un vuelo sale antes de la hora: el otro, fue desde Tánger, en la época de las cenizas volcánicas, cuando había muy poco tráfico aéreo.

            En fin. Nos fastidiaron los planes. Líbano y Chipre y Líbano, quedan para otra vez. (y ya van dos)

            Nos centraremos, en los próximos días, en preparar África occidental y a estas alturas, existen varias alternativas:

            -Vuelo a Nador o Tánger (con Ryanair, precisamente) y transporte público en barrena, hasta Dakar y en pura aentura (cerca de 4.000 kilómetros).
                                                            Biblos (Líbano)
            -Madrid-Milán-Senegal (con Meridiana Airlines), por un importe más barato, que volando desde Madrid. Y eso, que ahora hay ofertas de Iberia.

            -Tras investigar, hemos descartado volar desde Las Palmas (donde hay consulado de Mauritania), Cabo Verde o Madeira.

            -También, hemos desestimado, hacernos el Harakiri (que es casi, lo que más nos apetecía)

            Pero, sobre todo, ¡VIVA RAYNAIR!, porque a pesar del durillo contratiempo, nos ha sacado de bastantes más embrollos, de los que nos ha metido.

            Y para otra vez y aunque sea vuelo nacional, a ver si aprendemos, dejamos de estar por encima del bien y del mal y nos presentamos, como todo el mundo, dos horas antes de la salida.    

lunes, 16 de enero de 2012

Nuevas aventuras nos esperan

            Mañana -17 de enero- partimos otra vez, en un viaje de duración indefinida. De momento, tenemos un vuelo, Valladolid-Barcelona y otro, Girona-Lárnaca (Chipre). Nuestra intención posterior, después de recorrer este país, no es otra, que visitar, Líbano, un país ansiado y que no pudimos acometer, en 2.007, cuando viajamos a Siria, Jordania, Israel y Palestina.



            Desde ahí, se ciernen las incertidumbres: si las cosas no cambian, volaremos a Senegal –donde no es necesario visado- y desde ahí,  toda una aventura africana-occidental, caerá sobre nosotros.

Djenné

            Nuestras intenciones pasan por, Mali, Burkina Faso, Gambia, Guinea Bissau, Guinea ecuatorial, Benin, Togo y Ghana (incluso, Costa de Marfil).



            Lo que salga, ya veremos.



            En cualquier caso, nos gustaría compartirlo con vosotros.



            No sabemos, si seremos capaces de llevar el blog al día. Pero….., ¡Lo intentaremos!.



            Y después de este periplo, colgaremos las botas y trataremos de ser como vosotros: personas normales



            Un abrazo

Busco a Jacks

            Desde las televisiones, en el mal llamado primer mundo, nos bombardean con perfumes imposibles, cremas para mujeres, que hacen diez cosas a la vez y coches, que nos van a llevar hasta los confines del mundo. Es muy triste. A todos los creativos de las agencias de publicidad, les aconsejaría ir una temporada al tercer mundo. Entonces, si que verían cumplido todo lo que proponen, como una manera más de conducirnos al consumismo.



            En muchos países, no disponen de agua corriente para beber, cocinar o lavarse. Las niñas tienen que recorrer, con los bidones de plástico a la espalda, varios metros para conseguir, que sus madres puedan distribuir el líquido elemento, de la mejor manera posible.

(Imagen no propia)

Ellas, sus mamás, si hacen diez o más cosas a la vez: limpian la casa, se ocupan de sus hijos, trabajan en el campo, venden en el mercado, rezan a sus dioses, para que protejan a su familia…y todo ello, sin quejarse ni rebelarse contra la vida que les ha tocado sufrir. Claro, que tienen arrugas, aunque todavía no hayan llegado a los treinta. Esas cremas maravillosas, ¿serían capaces de devolver a sus rostros la tersura y la luminosidad?  



            En cuanto a los coches…En los países un poco más “desarrollados”, los autobuses públicos circulan a trancas, mientras los tubos de escape llenan la atmósfera de monóxido.



Los más afortunados, en lugar de sufrir en un bus lleno hasta los topes de gente y bultos y si pueden pagarlo, recorren la ciudad en motos con tres ruedas y un endeble toldo, que sólo protege a medias del frío y de la lluvia. Ya solo faltan los bici-hombres, que con su pedaleo, añaden una nota más al congestionado tráfico de las ciudades. Ellos, sí que serían capaces de llegar hasta el fin del mundo o, ¿es que acaso ya no viven en él?



            Pero, aunque parezca imposible, todos ellos, conviven más felices que nosotros, pues desde niños han aprendido a vivir con la “crisis”. Nada esperan del futuro y se conforman con asumir el presente, día a día. A lo mejor, deberíamos aprender de ellos. O, ¿tal vez, no?



            Me voy. Debo de seguir, buscando a Jacks.

lunes, 9 de enero de 2012

Jaknapur: última parada en el camino

                                                                                                Janakpur
             Le hemos cogido bastante cariño a Katmandú, a pesar de la fresca temperatura –agravada, porque los hoteles económicos no tienen calefacción y en sus habitaciones hace más frío, que en la propia calle y de que la oferta gastronómica, sea limitada y escasamente variada. Nos mantenemos, a base de chow mein, tupka –especiada sopa de espaguetis- y varios fritos rebozados –cebolla, patata, pimiento, coliflor-, más crujientes y ricos, que los de la India.
                                               Janakpur
            A pesar de todo, Katmandú tiene algo especial, que no llegamos a poder describir, pero que realmente, nos engancha. No obstante y por no permanecer 10 días, en esta entretenida ciudad, tomamos la decisión de acercarnos a Jaknapur. Según los datos que teníamos, se encuentra a tan sólo 125 kilómetros. de la capital. La información la hemos conseguido, en una vieja Lonely Planet de segunda mano, a la venta en una tienda de la concurrida zona de guirilandia, que no hemos comprado, por ser cara (aunque, si la devuelves, una vez hayas acabado la visita al país, te reintegran, el 50% del dinero)  

El caso es, que lo que suponíamos un viaje de 3 o 4 horas, se transforma en uno de 10 horas –finalmente serán 12-, por arte de birili birloque. .
                                                     Janakpur
Aún habiendo ido y vuelto, seguimos sin entender el misterio, de la ecuación kilómetros-tiempo, aunque suponemos, que será, que la carretera da un rodeo significativo.

El templo de Jaknapur es espectacular y se halla abarrotado de feligreses y peregrinos, todos nepalíes. Los puestos de ofrendas e imaginería religiosa –con pósters de dioses, para todos los gustos-, dan un cálido ambiente al lugar, mientras que los animados e intermitentes mercadillos, hacen lo propio con las caóticas calles, sin apenas aceras.  

            Aunque, estamos en Nepal, esta ciudad recuerda más a India: toneladas de basura por el suelo, vacas por la vía pública, aguas fétidas estancadas, sharis en la indumentaria femenina, alcohol restringido…
Janakpur
En definitiva, hablamos de una atractiva visita en el sureste de Nepal. Otra cosa es, si a nosotros realmente, nos ha compensado, en 3 días, una paliza de 24 horas –entre ida y vuelta- de autobús, por carreteras penosas. Las más de 70 fotos hechas en el lugar, dirían que sí. El frío, las incomodidades del transporte –sobre todo el de vuelta-, el pasar dos noches viajando y el dinero invertido, sin embargo, indicarían todo lo contrario.  

            El viaje comienza a tocar a su fin. Si todo fuera como está previsto, está será la última entrada en el blog, de este periplo de casi medio año. De lo contrario, estaríamos hablando de sorpresas, que ya a estas alturas, no esperamos ni deseamos (ni siquiera, aunque fueran buenas).

            Si no nos fallan los planes, a mediados de enero de 2.012, partiremos, de nuevo, con destino desconocido.   
                                                                                              Janakpur