Esta Semana Santa y debido a las dificultades de movilidad, tocaba ir, a Burgos, animados por muy buena información sobre actividades, que nos habían enviado por correo electrónico desde la oficina de turismo. Partimos el miércoles, después de almorzar. El jueves por la mañana, lo dedicamos a llevar a cabo un largo paseo por la margen derecha del río hasta las Fuentes Blancas y la Cartuja de Miraflores, a la que se llega por un ascendente y atractivo sendero (actualmente, está cerrada). La caminata, de unos quince kilómetros de recorrido, ida y vuelta discurre, mayormente, al lado del río Arlanzón, mientras contemplas bonitos paisajes fluviales. La tarde la dedicamos al centro histórico de la ciudad. El viernes por la mañana nos fuimos por la otra orilla del río y en dirección contraria. Vimos el bonito monasterio de las Huelgas Reales y anduvimos junto al agua, Durante varias horas, hasta que nos cansamos, porque el camino aún seguía más allá. Los paisajes, incluso, mejores, que los del día anterior. Por la tarde, ascendimos hasta el castillo y su entorno y transitamos por la avenida de los Cubos, donde se ubica una parte importante de la antigua muralla El sábado y gracias al GPS del móvil -el camino es complicado y sin él resulta imposible llegar-, hicimos una larga ruta de más de diez kilómetros, a través del Camino del Cid y hasta el monasterio de San Pedro de Cardeña y unos cercanos molinos de viento. La vuelta se hizo larga.
Y para terminar, el domingo, paseamos por las dos orillas del río, que nos quedaban. Sólo en la más cercana al centro hay camino junto al agua. Por el otro lado es acera y carril bici.
Pensábamos haber visitado algún pueblo, como Lerma o Covarrubias, pero finalmente, no fue así.Por diferentes causas, pernoctamos cada una de las cuatro noches en un hotel diferente. No se os ocurra alojaros en el hostal Hilton.
No hay comentarios:
Publicar un comentario