Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

jueves, 2 de febrero de 2017

Las playas de Suances

                    Las fotos de este post son de las playas de la Concha, los Locos o el Tagle, en Suances (Cantabria)
          En la penúltima tarde del viaje -que fue la única de todos los días, en la que llovió brevemente-, nuestros planes se torcieron. Pensábamos retornar, a Torrelavega, donde habíamos dormido las dos primeras noches, a un precio de 20 euros, la doble. Pero no tenían ninguna libre, por lo que tuvimos, que tirar del plan B: reservar una pequeña alcoba en un modesto hostal, de Cabezón de La Sal, a 25 euros.

          Ello, nos complicaba sobremanera la mañana siguiente, dado que deberíamos levantarnos a las siete, para tomar el FEVE, a Torrelavega, trasladarnos, a la estación de autobuses -distante cuarto de hora- y así poder coger el autobús de la empresa Casanova, con destino a la costera, Suences.

          Después de dos días de pueblos típicos cçantabros y uno de montaña abrupta, habíamos dejado para el último, las playas. Fue un error y debimos hacerlo durante la primera jornada con el día completo disponible y no esta, con sólo medio. Esto imposibilitó, que pudiéramos acercarnos hasta la playa de Santa Justa, que dispone de una ermita enclavada en sus rocas y que en las fotos muestra gran belleza. Se encuentra, a poco más de dos kilómetros, de la des Tagle -o Sable-, que si visitamos.


          El autobús te deja en la plaza central del pueblo o tres kilómetros más abajo, en la playa de la Concha, que es larga, de arena dorada y fina y tiene la forma de su nombre, aunque no es tan clara, como la de San Sebastián. El problema consiste, en que se hace necesario adentrarse mucho para que te cubra, por lo que está recomendada, básicamente, para personas mayores, familias con niños pequeños o gentes poco activas.

          Si se camina hacia la derecha, se enfila hacia las playa de la Ribera y la de la Riberuca, que estaban fuera de nuestros objetivos. Sin tener muy mala pinta, parecen más normales y demasiado turísticas en verano.

          Subiendo unas escalera y caminando un kilómetro, desde la playa de la Concha, se accede a la de los Locos, mucho más salvaje y espectacular, que esta. Estamos en la primeras horas de la mañana y ya está plagada de surferos disfrutando de las magníficas, agitadas e imprevisibles olas. Las vistas desde loa alto del paseo resultan mucho más bonitas, que desde la propia arena, donde se pierde mucha perspectiva.

  
        A 20 increíbles grados de temperatura, un 31 de enero, nos ponemos en marcha a la playa del Tagle, por una vía peatonal -constantemente ascendente, aunque no muy exigente-, que transita junto a la carretera comarcal. No discurre muy cerca del mar o la línea de la costa, aunque a ratos las vistas son muy agradables y escarpadas. Tres kilómetros y medio después, se debe tomar un desvío a la derecha, de más de dos kilómetros, que desciende hasta la playa, que resulta más pequeña, que las anteriores, pero también salvaje, gracias a las áridas rocas, que la rodean. Apenas, nos acompañaron un par de paseantes de perros desbocados.

          Con la cara enrojecida y las piernas castigadas por las agujetas del senderismo del día anterior, pusimos fin a este periplo de cinco días, que nos resultó más más positivo, agradable y sorprendente de lo esperado. Esperamos, que en los próximos meses y antes de empezar el séptimo viajes largo, en mayo del presente año, ALSA nos siga poniendo las cosas tan fáciles para poder llevar a cabo más escapadas por España.

2 comentarios:

claudia dijo...

Hola

Las fotos muy bonitas y el haber tenido tan buen tiempo en esta época, suena rebien.

Ciao

Eva dijo...

Gracias por tu comentario, ahora que los desinteresados, escasean tanto en los blogs.

Saludos