Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

miércoles, 5 de octubre de 2022

¿A India, a través de Bombay?

           ¡Si antes me pongo a escribir...! Justo después de teclear el titulo nos acaba de llegar el correo con la aprobación de una visa para la estancia de un mes en este país, aunque previsiblemente, estaremos solo 26 días. Parece ser, que en breve, por tanto, comenzará nuestro cuarto viaje a India, aunque todavía no tenemos comprados los boletos aéreos. Aunque, si lo tenemos estudiado, casi todo.

          Volaremos, a Bombay - único aeropuerto de los cinco grandes del país, que no conocemos-, con la compañía Etihad Airwais, por unos 600 euros/ persona y con escala en Abu Dhabi, tanto a la ida, como a la vuelta.

          Hasta donde hemos investigado y además de la mencionada visa, necesitaremos presentar para obtener las tarjetas de embarque, el certificado de vacunación y un formulario de salud, que se rellena por internet, no siendo necesaria ya PCR, ni al embarcar, ni al llegar, mi tampoco cuarentena.

          Pretendemos hacer un recorrido variable por Maharastra, Gujarat y Karnataka, visitando lugares, como Ahmedabad, Palitana, Diu, Materam, Pune, Kolhapur, Nasik, Badami, Bijapur... Por tanto, hemos descartado nuestro viaje largamente pendiente, a Darjeling y los pequeños estados del noroeste, pues pensamos, que para ello, necesitaríamos más de un mes e información mucho más pormenorizada sobre la situación actual en esos territorios.

          Llevábamos todo el verano mirando vuelos a muchos lugares, ya que empezamos con un abanico muy amplio de destinos. La norma común es, que los vuelos han subido entre un 30%-50%,con relación a tres años atrás.

          Los destinos, que hemos descartado, han sido los siguientes:

          - Volar a Bangkok y viajar por la poca Tailandia, que nos queda y por Vietnam del Norte. El billete sale por unos 1000 euros, en la actualidad.

          - Japón. Vuelo algo más asequible, pero nos dimos cuenta, de que era mucho tiempo, para lo que nos queda por ver.

          - Noroeste de Argentina, volando a Santiago de Chile. Caro vuelo, a 1200 euros.

          - Brasil, de Río de Janeiro, hacia el norte.

          - Este de Estados Unidos y Canadá. Lo dejaremos para marzo del año, que viene, con los billetes aéreos más baratos y esperemos, un dólar algo menos fuerte.

          - A la final llegó, un previsiblemente cómodo viaje por Europa, consistente en visitar Todas, Santorini y la región de Puglia en el sur de Italia. Lo aplazamos para Navidades.

          Por cierto: desde que pagamos la visa on line, de India, hasta que nos han concedido la aprobación electrónica han pasado cuarenta y dos horas.

martes, 4 de octubre de 2022

Nacional 601

           Y, cuatro días después, llegó nuestro tercer viaje recurrente a la Comunidad de Madrid. Tocó madrugar y a las nueve y cuarto de la mañana, ya estábamos en la estación de Príncipe Pío. Cuatro eran los objetivos del día.

          1.- Obtener billetes para el día siguiente, para viajar hasta Navacerrada, desde Cercedilla. Conseguido.

          2.- Aclarar distintas circunstancias sobre el papeleo necesario para obtener las tarjetas de embarque, a Bombay, donde pretendemos volar el fin de semana siguiente, con Etihad Airwais. Para ello, tomamos la C10, hasta la T4 del aeropuerto de Barajas. Habíamos leído en internet, que la compañía tiene sus mostradores desde el 229, al 235, en dicha terminal. Pero, al llegar, descubrimos, que opera desde la T1. Posponemos la gestión y decidimos, que hablaremos con ellos por teléfono, durante los próximos días.

          3.- Confirmar, que nuestra reserva en el hotel de Cercedilla, para esta noche, sigue vigente. La hicimos hace dos semanas sin problemas, pero ahora, la dueña no responde a nuestros WhatsApps. Finalmente, logrado.

          4.- Ya en la habitación, pagar el visado de un mes en India, cuyo formulario hemos rellenado hace un par de jornadas. Aunque cuesta un par de intentos, lo conseguimos y obtendremos respuesta en 72 horas.

          Con tanta gestión, solo nos quedó tiempo el sábado para pasear distraídamente por el congestionado centro de Madrid, yendo andando, desde Chamartín, hasta Atocha, visitando entre otros lugares, los animados mercados de Los Mostenses y de La Latina.

          El domingo, efectivamente, fuimos a Navacerrada. Nosotros, que últimamente, viajamos mucho, pero investigamos poco, pensábamos, que el tren llegaba al pueblo, pero en realidad, donde arriba es al puerto, a siete kilómetros de distancia, desde donde parten la mayoría de rutas de senderismo, como la de Schmid, , la del refugio de la casita y la dehesa de la Granada.

          Conseguimos descubrirlo gracias a Google Maps, dado que a cada sitio, que le requeríamos, nos mandaba por la Nacional 601, hacia el pueblo 

          El puerto es una sucesión de cuestas, que soportan edificios militares, especie de búnkers semiabandonados y edificios cuadriculados de pequeñas ventanas, que más se asemejan , al siniestro Chernobil, que a un pueblito de la sierra.

          Desde allí, parten rutas, como el sendero Arias o el Camino del Calvario, bastante pedregosas y rodeadas de pinos. Hicimos una parte de ambas, casi en soledad y no nos aportaron gran cosa.

          Cada fin de semana en el campo tenemos, que contemplar, como decenas de salvajes ciclistas intentan -y a veces, lo consiguen -, saltar con sus bicicletas por encima de los topes, que delimitan los caminos peatonales. Nada extraño en este gremio de sinvergüenzas y maleducados, que llevan a gala cometer las infracciones en lote y que luego se quejan, cuando les atropellan, sin caer en la cuenta, de que tratan peor a los peatones, que los conductores a ellos.

Estación de tren de Navacerrada


 

Navacerrada


sábado, 1 de octubre de 2022

viernes, 30 de septiembre de 2022

Aranjuez y Cotos

           Gracias a la gratuidad de los trenes de media distancia y de cercanías y a dormir tirados en la T4 del aeropuerto de Barajas, hemos conseguido llevar a cabo el primer viaje de nuestra vida, a coste cero. Porque la comida y la bebida, la habríamos comprado igual, estando en casa y no hemos tomado ningún otro tipo de transporte con coste. Aunque no pretendemos, que se convierta en costumbre, iremos a pernoctar a la terminal aérea, cuando los precios de los hoteles estén imposibles, como ha ocurrido el fin de semana del 24 y 25 de septiembre.

          Se ha tratado de nuestro segundo periplo recurrente y ha sido en mucho tiempo, el único viaje en el que no hemos pasado calor axfisiante. ¡Que maravilla!

          El sábado, tomamos un convoy algo más tardío, que en el viaje anterior, así que solo nos dió para dar un paseo de unas tres horas por el animado centro de la capital y desplazarnos por la tarde, a Aranjuez, a través de la C3.

          Ya conocíamos este pueblo sureño de visitas anteriores, aunque la última databa de hace casi tres lustros. Fue mejor, lo que manteníamos en el recuerdo, que lo que nos deparó la visita un situ. El palacio Real, la iglesia de San Antón de Padua, la Mariblanca y la plaza principal son sus mejores atractivos, aunque cuenta con jardines y algunos templos más 

          El domingo, la temperatura bajo algunos grados y más, transitando por la sierra. Como estaba previsto, cogimos el tren de la Naturaleza -en realidad, la C9-, muy concurrido, pero no completo. Tarda unos cuarenta minutos y solo se detiene en, Navacerrada y en Cotos, a 1850 metros de altitud. El paisaje espectacular, a la derecha, hasta la primera de las paradas y por la izquierda hasta la segunda. Está formado por importantes desniveles abarrotados de esbeltos pinos.

          Aunque hay unos cuantos más, los senderos más tradicionales y concurridos son tres: el de la laguna de Peñalara - una hora-, ascender al pico de Peñalara -90 minutos - y uno circular -dos horas- a través del refugio de Zabala. Nosotros hicimos parte de los tres, pero no completamos ninguno, porque llegado un momento se ponen difíciles y no llevábamos, ni bastones, ni calzado adecuado. Desde los miradores de abajo se ve poca cosa.  

          Sobre todo, el de la laguna, estuvo repleto de personas muy acostumbradas al trekking, que podríamos dividir en tres grupos: las familias con hijos pequeños, siempre preguntando cuánto falta; los grupos de hombres, generalmente callados -aunque saludan, como es habitual en la montaña- y que transitan a toda leche y los de mujeres de mediana edad, que circulan algo más despacio y van hablando de sus cosas ( los niños, el trabajo, el colegio...) ¡Las trekkirujas!. Todos ellos y como siempre, están  más pendientes del objetivo, que del paisaje.

          A nosotros nos encanta la montaña y la naturaleza, aunque nos movemos más por el contenido de los paisajes, que por la meta o el esfuerzo. Y el mar, los ríos sinuosos, los lagos e incluso, los embalses, suelen ayudar bastante. ¡Hasta el largo canal de Castilla nos sirve!

          El único contratiempo del viaje fue la vuelta a Valladolid. El tren partió y llegó con más de dos horas de retraso, con lo que llegamos a casa a las tres de la madrugada.

jueves, 29 de septiembre de 2022

Por la sierra de Madrid

           Comienza una serie de 16 viajes o más ida y vuelta, durante ocho fines de semana no consecutivos -, que llevaremos a cabo hasta el 31 de diciembre por la Comunidad de Madrid, a través de sus trenes de media distancia y de cercanías.

          Y es, que como no podía ser de otra manera, nos hemos acogido a los bonos gratuitos del gobierno, en ambas modalidades.

          Este fin de semana -17 y 18 de septiembre- hemos realizado el primero, a Cercedilla, Collado Mediano y Madrid capital. Para el siguiente, hemos reservado billetes en el tren de la Naturaleza, en Navacerrada o lo que es lo mismo, la línea 9 de cercanías ( reserva obligatoria, no posible en la estación de Cercedilla).

          Cercedilla es un pueblo con muchas cuestas y escasas aceras, cuyos atractivos más interesantes son la temperatura - unos seis grados menos, que en Madrid- y los numerosos recorridos de senderismo,marcados por diferentes colores, que se pueden llevar a cabo. En mi opinión, están algo confusos, aunque quizás, con más tiempo, lograría aclararme más.

          Nosotros recorrimos el azul, de algo más de cinco kilómetros y nos acercamos también a la zona recreativa, donde la gente viene en masa a pasar el día y sobre todo a comer, que llega hasta el puente del descalzo. No os esperéis paisajes como los de la Pedriza o el pantano de San Juan.

          Coincidimos con la 100K -llegamos a ver, hasta el dorsal 3000-, una esforzada prueba de 103 kilómetros, entre Madrid y Segovia.

          Visitamos el cercano pueblo de Collado Mediano, que parecía, que tenía algo y resultó ser, que no.

          Dormimos en Cercedilla, por 32 euros, en un hotel muy correcto.

          Y el domingo, lo pasamos en la capital, visitando el Jardín Vertical de La Caixa, el animado Rastro y los sitios de siempre. Mucho calor, mucha gente por todo el centro y por tanto, excesivo agobio. ¡Menos mal, que en Madrid, casi todo abre en festivo!

miércoles, 28 de septiembre de 2022

Consternados, pero resignados y optimistas

           Llega el decimosexto y último post de ese itinerario de 13 días por los Balcanes, Corfu y Roma. Quedará uno más sobre las cifras del viaje, pero ese tardará. Como prueba recordar, que aún no he publicado las de nuestra aventura por Cerdeña y México, en octubre y noviembre pasado.

          Aún estamos consternados e incrédulos, debido a las dos grandes contrariedades de este viaje, que han sido, la no visita , a Gyrocaster y sobre todo , la perdida de todas nuestras fotos. Ya no tenemos esperanza de recuperarlas, dado que son cinco días sin noticias de la oficina de objetos perdidos del aeropuerto de Fiumichino. Ni siquiera, un fin de semana en la sierra y en Madrid, han conseguido mitigar los efectos.

          Pero, a la vez, corren por nuestras venas la paz y el sosiego de la resignación, que nos deben acompañar, durante los viajes, que aún quedan este año: varios fines de semana, en Madrid y los pueblos de la red de cercanías, con el bono recurrente y gratuito de RENFE; el puente de diciembre y 26 días por decidir, entre India, Vietnam, Japón o el norte de Argentina.

          Llevamos casi treinta y cinco años viajando juntos y salvo unos pocos incidentes bien resueltos, todo nos ha salido a pedir de boca. Nunca hemos tenido en ese tiempo, un accidente - ni siquiera leve-, no hemos guardado cama o perdido ninguna jornada, por sentirnos mal de salud; no nos hemos intoxicado; hemos tenido muy pocos problemas con la policía o autoridades en el extranjero, no nos han robado, atracado - salvo una vez en Ámsterdam - o pegado -salvo otra, en India-; no hemos perdido de forma definitiva dinero, tarjetas de crédito o documentación esencial...

          Vamos, que para lo malo, que nos podia haber pasado, durante tanto tiempo, nos ha ocurrido muy poquita cosa. Son ya 55 años de edad, pero ni con la cercanía de la vejez -dentro de un lustro, ya me valen la tarjeta dorada y el club se los sesenta,-, aún no consigo quitarme de encima ese perfeccionismo, que tantas alegrías me ha dado y a la vez, tantos disgustos innecesarios. 

          Al fin y al cabo, Gyrocaster va a seguir ahí, sino se lo carga la guerra, un volcán o el Estado Islámico. Y, sobre las fotos ¿Cuántas veces volvemos a mirarlas, una vez tratadas, archivadas en una tarjeta y transcurrida la candente emoción del viaje? La lástima mayor es, no poderlas agregar a esta serie de posts.