Kanyakumari y debajo, las cuevas de Ellora (India)
Llevamos, al menos, seis años con la
intención de ir, a Japón. De hecho, en junio de 2.011, tuvimos dos
billetes comprado, de Roma, a Tokio, por 227 euros cada uno, con la
web de Barceló Viajes. Pero, hubo problemas con la agencia y lo
anulamos, acabando pocos días después, en Etiopia (¡qué pequeño
es el mundo!). En 2.014 y 2.015 lo intentamos de nuevo. En el primero
de los casos, terminamos, en Corea del Sur, muy cerquita. Y en el
segundo, ni siquiera salimos fuera de nuestras fronteras patrias.
Así, que sin más excusas, ha llegado el momento, de quitarle el
gafe a este destino.
Kumbakonam (India)
Lo bueno de haber fracasado varias
veces es, que lo tenemos todo planificado al dedillo, incluidos
alojamientos baratos, en Tokio y Osaka y el transporte. Tenemos bien
claro, que no usaremos el carísimo Japan Rail Pass, ni los
emblemáticos trenes bala. Recorreremos el país en autobús, con el
Japan Bus Pass, que ofrece la compañía, Willer Express
(https://willerexpress.com/en/).
Fatehpur Sikri (India)
Este producto, en realidad, consta de
cinco modalidades de tarifa plana -sólo se pueden comprar por
internet, para extranjeros y residentes, no siendo aplicable para
japoneses-, válidas durante dos meses desde su adquisición. Tres de
ellas, incluyen viajes de lunes a jueves, durante 3 días (10.000
yenes), cinco (12.500) o para una semana (15.000 yenes). Las dos
restantes funcionan, durante los siete días y resultan viables para
tres y cinco jornadas, por 12.500 y 15.000 yenes, respectivamente.
La restricción más importante es,
que no se puede viajar en días consecutivos, aunque si es factible
tomar tres autobuses cada jornada, siempre que entre cada uno de
ellos transcurra una hora. Permite montarse en los vehículos
nocturnos, con lo que el ahorro en alojamientos puede ser
considerable. Existe la posibilidad de cancelar el pase sin
penalización, siempre que no se haya utilizado. Igual ocurre con los
trayectos ya reservados en la web, que supone la única forma viable
de ir adquiriendo tramos de viaje.
Amritsar (India)
En un principio, nosotros vamos a
hacernos con el de tres días, para operarlo de la siguiente forma:
Día 1.- Bus nocturno, de Tokio, a
Hiroshima. Visita de esta ciudad y Miyajima.
Día 2.- Bus nocturno, de Hiroshima, a
Osaka. Visita de esta población, Nara, Kyoto y algunos otros
pequeños lugares.
Niyajima y debajo, Kioto (Japón)
Día 3.- Temprano, Osaka-Nagoya.
Visita de la ciudad y bus nocturno, a Tokyo.
Pasaremos, al menos, cinco días en la
capital de Japón, uno en Yokohama, otro en Kamakura y tal vez, una
jornada, en Hakone. Sentimos, dejar fuera de nuestra ruta, Takayama y
sus alrededores, que se muestran como muy interesantes, pero que no
cubre nuestro pase. Aún no hemos estudiado, como nos moveremos en
cada una de las tres zonas -Hiroshima, Osaka y Tokyo-, aunque
buscaremos las alternativas más económicas.
Nara (Japón)
Para India, en nuestro tercer periplo
por el país, manejamos dos versiones: una más esforzada y otra más
vaga, que puede triunfar fácilmente, dado que la época en la que
llegamos al país es calurosa y monzónica. Hemos constatado, que
volar a Bangalore, cuesta lo mismo casi, que a Delhi. Así, que
volveríamos a esta ciudad del sur -donde ya estuvimos dos veces- y
recorreríamos, Mangalore, Belur, Halebid, Hampi -ya visitado, en
2.011-, Gokarna, Palolem e Hyderabad, Desde aquí, hay unos
esforzados 1.500 kilómetros, hasta Delhi, donde iniciar la segunda
parte, que haremos, sí o sí, porque es más fresca.
Yokohama (Japón)
En este caso, combinaremos territorios
ya conocidos, a los que nos apetece volver y otros nuevos. Desde la
capital, nos vamos al noroeste. Primero, tren a Kalka y desde ahí, a
la adorable Shimla, al valle del Kullu, Manali, Leh -monasterios
budistas y senderismo, antes de que llegue septiembre y cierren la
mítica y peligrosa carretera-, Kargil, Kachemira, Srinagar, Jamu,
Dalhousie, Dharansala y vuelta, a Delhi.
Desde aquí, a Calcuta, con paradas
intermedias no decididas, para explorar los estados del nordeste, que
nos dejen, dado que algunos precisan de permisos especiales. En este
caso, todo lo que observen nuestros ojos, será nuevo,
Tokio (Japón)
Tras haber descansado en Calcuta
-nuestra segunda casa, en Asia, después de Bangkok-, nos
trasladaremos a la mítica Darjeling y después, a Gongtok, Namchi
-estatuas de Buda-, Pelling, Jukson -caminata de una semana- y Goecha
La. De Sikkim, hay que salir por Tashiding, hasta Guwahati -capital
de Assam-, donde gestionar los permisos de los estados más
nororientales: Arunachal Pradesh; Nagaland, Manipur y Mizoram.
Si no hay autorizaciones, desde
Guwahati, iremos al parque nacional Kaziranga, desviándonos después,
a Shillong y Cherrapunjee. Desde Agartala, capital de Tripura,
retornaríamos a Calcuta, deshaciendo el camino o en avión.
Kamakura (Japón)
Si conseguimos los permisos, desde
Guwahati, a Arunachal Pradesh, para visitar el monasterio budista, de
Tawang o los poblados próximos, a Ziro. Una autorización para
Nagaland, da derecho a las comunidades tribales, de Mon y a la
capital, Kohima. Restaría, Manipur y la cultura mizo, en Mizoram.
Por cierto. Aún, no tenemos ni idea, de como iremos, de Oceanía, a Japón y desde este país, a India. ¡Queda mucho trabajo por hacer!, pero iremos con la necesaria calma
No hay comentarios:
Publicar un comentario