Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

domingo, 21 de abril de 2013

Hola, desde Denizli

Las fotos de esta entrada son de Estambul, con la excepción de esta, que corresponde al recorrido de nuestro viaje y la última, que es de Pamukale.(Turquía)
          Algunos de los destinatarios de este correo, ya conocéis las dificultades, que tuvimos en Túnez, con el tema de internet: pocos cíbers, muy caros y lentos y con el teclado francés, con todas las teclas en revoltijo (gabachos tenías, que ser). Los que no lo sabíais, daros por enterados. Hoy y hasta el día 10 de noviembre, retomamos las crónicas, que enviábamos desde el sudeste asiático, unos meses atrás. Ahora son desde Turquía.

          Hemos vuelto a Estambul, esa ciudad, que tanto nos cautivó y embrujó en nuestras anteriores visitas, de 1994 y 1997. Pero, 11 años no pasan nunca en balde y aunque para sus habitantes habrá cambiado para bien, para el visitante, que llega buscando sensaciones y autenticidad, esta ciudad ha perdido bastante. ¡Es lo que trae consigo, la modernidad y el ser una nación emergente!.

          Estambul sigue sıendo un centro monumental incomparable y goza del privilegio de luir, los encantos naturales. que le da el estrecho del Bosforo. Pero, ha perdido su magia. Al menos, para los que lo conocemos en etapas anteriores.

           Los caprichos de la geopolítica hicieron, que una parte de esta ciudad sea Asia, mientras que la otra es, Europa. Paradógicamente, hasta la década pasada, la porción asiática era -en estilo de vida, infraestructuras y comercio-, lo mas parecido a Europa y la zona europea, lo mas similar a Asıa, con sus carencias y miserias, pero también, con sus casi inigualables encantos. Hoy en día, ambas partes parecen Europa y a veces, incluso, mas modernas que la propia Europa, porque los turcos en lo de europeizarse se han pasado de frenada. Parece, que nada de lo de antes valiera.

          Las calles coloridas y con encanto, dejaron ya paso a insulsas vías de empedrado pequeño y moderno, donde se posan anodinos mercados o bazares, con sosos vendedores y no demasiados clientes. Ya no queda ni rastro de los mercadillos con olor a especias y a té caliente, servido en vasos pequeños, que yacían apoyados sobre bandejas gigantes y eran transportados por hábiles camareros, que serpenteaban entre las multitudes (además de los turistas, mucha gente trabajando en lo que fuera o buscándose la vida)

          Ya no hay gangas -mas bien todo lo contrario-, ni aguadores vestidos de época, sirviendo el líquido elemento, desde bonitas jarras metálicas; nı ancianos con basculas en la calles para que te peses, a cambio de unas pocas monedas; nı niños vendiendo SU (agua en turco), con agudos gritos; ni jovenzuelos persiguiéndote, para colocarte calcetines (empezaban pidiendo veinte duros por un par y a los tres pasos, ya te daban cuatro pares).

          También desaparecieron los limpiaplayeros y limpiabotas, los adolescentes que se ponían contigo en las fotos, por una propinilla o los vendedores del bazar, que te daban conversación y buen rollo, a cambio de lograr una venta. Ahora, no dicen ni mu, porque los peces deben ir, directamente, a la caña.

          El bazar de las Especias, legendario mercado cubierto y pequeño, de venta de casi todo lo autóctono, se ha convertido en una impersonal nave, demasiado iluminada y de anchas calles, donde solo se venden pastelitos -llamados delıcıas turcas, aunque de delicia tienen poco- y te de flores o de cascara de frutas, a casi 30 € el kilo. No hay turcos paseándose por los puestos, como ant4es. Solo guiris fáciles de desplumar, con cuatro o cinco estupideces, que les digan en su idioma materno, tipo: aquí más barato que en Andorra, en el Corte Inglés o en Mercadona.

          Porque, más español que se habla aquí, en ninguna otra parte del mundo, no hispana. En casi todos los puestos del Gran Bazar, pone que se domina nuestro idioma (también el catalán y el vasco) y la calle comercial y de los restaurantes -Divan Yolu-, que va a las mezquitas, parece la Gran Vía, de Madrid. En esta época del año, son gente de edad y la mayoría mujeres. No sé, si han dejado al resto de la familia en casa o se trata de solteronas con posıbles (o sea, funcionarias en días de moscosos). Me decanto por lo segundo. En cualquier caso, mucha maruja patria, que seguro se sienten como en casa, puesto que los supermercados mas numerosos en esta ciudad, ahora, son los Dıa.

          Aunque, sı bien es cierto, que Estambul cambió -para mal-, no lo es menos, que probablemente y en este tiempo, nosotros también mps hayamos transformado lo suyo (no se si para bien o para todo lo contrarioi).

           Las fotos, que obtenemos con nuestra nueva cámara, son bonitas, pero nada que ver con todas las que perdimos y volviimos a recuperar -fundamentalmente, de personas- en el sudeste asiático, donde nos pasaban cosas cada diez minutos. Tanto en nuestro pasado viaje a Túnez, como aquí, apenas pasa nada. Cada vez, echamos más de menos esta maravillosa zona del planeta. Y eso, que provocamos que pasen cosas. Hoy, nos hemos colado en las bonitas piscinas naturales, de Pamukale (Denizli), adonde viajamos durante la noche y en las ruinas romanas, casi como los inmigrantes por debajo de la valla, de Melilla. Pero eso, ya os lo contamos en el próximo correo.

6 comentarios:

Eva dijo...

A finales de 2.008, después de nuestros viajes largos, por Sudamérica, Centroamérica y México y sudeste asiático, hicimos un viaje más corto, a Túnez y otro, de 22 días, a Turquía (fundamentalmente, al este). Escribimos cinco mensajes, a familia y amigos, que ahora se reproducen aquí.

Saludos

Erick dijo...

Que me gustaría viajar a Turquía algún dia, según lo que he leído, derechamente los precios son Europeos y nada asiáticos para Estambul y un poco menos al resto del país. Aunque no por ello resulta una ciudad aburrida o con pocas atracciones que ver, lastima que muchas sean de pago y siempre al alza.
Me gusto una frase, donde explicas que Estambul ha cambiado (para mal para el viajero) pero visto desde la otra vereda, el visitante, ya sea crucerista, touroperador o independiente, cuan mal hace a ciertos lugares, que los convierten en parques temáticos, donde los lugareños brillan por su ausencia, los precios se disparan y se pierde ese autenticidad local. Da para meditar.
Muchos saludos Eva

Eva dijo...

Hola, Erick.

Si quieres ir a Turquía, vete al este: barato y auténtico. Como comprobarás en los próximos posts, ciudades como Gaziantep, Sanliurfa, Mardin o Diyarbakir, son auténticas joyas para el viajero.

Turquía es un destino casi inigualable -estuvimos ya, cuatro veces-, sino fuera por el desconsiderado precio de la cerveza.

Saludos.

Adriano dijo...

Qué tal?

Llevo varios días ingresando en su espacio y debo decirles, que sin duda, vos tenes el mejor blog de viajes que yo haya visto.

Espero que en adelante, nos sigan narrando cosas y obsequiándonos con sus vivencias.

Saludos y agradecido

Carme dijo...

Buenas

Creo que tienes razón solo en parte, en cuanto a Estambul. Es verdad, lo que dices, pero en la ciudad sigue habiendo sitios con mucha magia, sin practicamente turistas.

Saludos

Eva dijo...

Por supuesto, que sí los hay y no son pocos, pero yo me refería, más bien, al aspecto general de la ciudad, ahora y hace 15 ó 20 años.

Saludos y gracias por vuestros comentarios.

Eva.