En el segundo hotel de Tafraoute dejamos de oír los molestos coches de la carretera, para ser machacados desde la madrugada por los gallos cercanos.
A las 9, ya estábamos junto a la parada de taxis compartidos, para recibir la primera y mala noticia del día: había habido un malentendido y no existen vehículos con plazas sueltas. Sí pretendemos llegar a Taroudant de forma directa, debemos pagar el coche entero y eso supone unos 36€ para 150 kilómetros. La única propuesta con otros pasajeros es Tiznit, el tramo contrario de nuestra venida. ¡Gran contratiempo, pero no nos queda otra!
Abandonamos Tafraoute con mala cara, mientras contemplamos los numerosos campings, que la rodean. Es extraño, que aún costando en su opción más baja de tienda pequeña, lo mismo que un hotel -más, si quieres ducharte - es la forma de alojamiento elegida por mucha gente. Será por la parrillada que vimos ayer tarde en uno de ellos, en la que participaban más de veinte guiris. ¿Habría cerdo?
Tenemos la sensación, de que Tafraoute ha cambiado bastante en estos tres lustros transcurridos desde nuestra anterior visita. Como otras zonas del sur de Marruecos, está mucho más limpia y cuidada, aunque todavía le queda para ser un lugar sostenible.
Especialmente, ha evolucionado la condición de las mujeres. Todas vestían de negro y muy tapadas y ya solo lo hacen algunas ancianas, que se cubren la cara entera al paso del extranjero. Las de mediana edad, van de colorines y muchas jóvenes con largos cabellos sin pañuelo y pantalones y camisa relativamente ceñidos.¡Algo es algo, aunque todavía queda mucho por andar!
Por cierto: se me olvidó comentar, que las rocas de colores no están indicadas. Solo hay un cartel, que lleva a la confusión, que asegura, que las pinturas están a siete kilómetros de Aghard Ouad. No sabemos a que se refiere, pero los coloridos pedruscos están mucho antes.
De camino a Tiznit, nos fuimos convenciendo de no ir a Taroudant, donde ya estuvimos en 2010. El cambio de taxi supone muchas horas de incómodo coche y 15€ a mayores.
El problema es, que en Tiznit, ya estuvimos el pasado mayo por segunda vez, cuando visitamos también los bonitos pueblos y playas de sus alrededores.
Aún así, nos hemos dado cuenta, de que no conocíamos su Kasbah, ni el complejo de cascada y estanque artificiales, que se ubican enfrente.
Salvo en los hoteles Tiznit y Mauritania de Tiznit, no hemos podido encontrar ni un solo lugar, donde vendan alcohol o cerveza en nuestros dos últimos destinos. Nos lo han ratificado los propios lugareños .