Existe un alojamiento en Atenas, ubicado en la tercera planta de la calle Evripidou, 30 y llamado Urban Rooms. Tiene, como peculiaridad, que el check -in te lo haces tú mismo. Cuándo reservas, te envían un correo electrónico con las claves de la puerta de abajo, la del alojamiento, la de tu habitación y el wifi, que debes marcar en los diferentes teclados colocados al efecto. Según ellos, esos códigos caducan al día siguiente, a las once de la mañana y se renuevan, durante otras 24 horas. Sería un muy buen sistema si no fuera, porque las claves son siempre las mismas para las puertas de abajo -parece logico- y de acceso. Y lo peor: para las habitaciones existe una única clave de cuatro dígitos, que es válida para todos los días y todas las alcobas del hotel. Y lo podemos asegurar, porque estuvimos alojados en varias estancias separadas por el tiempo y en habitaciones diferentes. Esto significa, que si alguien lo descubre -no es difícil, si te alojas dos veces-, puede darte en tu propia cama una sorpresa en mitad de la noche y no me quiero imaginar, si eres mujer.
Estuvimos tentados de denunciarlo a Booking, pero al final, preferimos no meternos en problemas.
Existe una consigna exterior, que tampoco cambia el código -7373-, por lo que puedes dejar allí los bultos, aunque no estés alojado, porque nunca hay nadie, salvo de 11 a 12, hora en que limpian.
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