Monasterio de Sumela (Turquía)
Nuestros
siguientes destinos fueron Mardin y Hasenkeif, imprescindibles en
cualquier viaje por el este. La primera, es una pequeña Jerusalén.
Las formaciones y grutas del segundo lugar, están a la altura de
Capadocia, sin exagerar un ápice. Aunque, no es conocido por casi
nadie. Va tan poca gente, que no les compensa pagar el sueldo a
alguien, para cobrar entrada, ¿Algo gratis en Turquía?. ¡Pues sí!
Hasankeyf (Turquía)
Dıyarbakir
nos decepcionó un poco, en materia de visitas. La culpa no fue de la
Lonely, porque los atractivos, que destaca en esta ciudad, realmente
existen, aunque se encuentran muy descuidados. Se supone, que la
falta de ayuda gubernamental, a una ciudad, históricamente hostil,
tiene que ver bastante con ello. Sin embargo, nos pareció
maravillosa, en el sentido, de que pudimos empaparnos de la cultura
kurda y de las vivencias de una población -encerrada dentro de los
altos y gruesos muros negros de la ciudad-, fundamentalmente,
humilde.
Mardin (Turquía)
Y
claro esta, aunque no debería haber relación directa, la miseria y
la pobreza llaman siempre a la basura, por lo que hay zonas de la
ciudad que resultan intransitables. Las calles están llenas de
niños. Unos jugando, otros peleándose o pegando a las niñas,
incluso con palos; los menos pidiendo dinero y buena cantidad de
ellos, encendiendo hogueras al atardecer, en plena vía publica. No
supimos, si para pasar el rato o para calentarse (la temperatura no
era muy baja).
Diiyarbakir (Turquía)
Erzurum (Turquía)
Así,
que dejamos esta localidad -donde los cantos de los muecines de las
mezquitas suenan a cante jondo-, al anochecer de un viernes, estando
plagada de planchas callejeras, en las que fríen brochetas de
higaditos y otras carnes más identificables, que en el sudeste
asiático. Luego, las depositan en pan de pita, le añaden vegetales
a discreción y lo enrollan. El olor a plancha usada y poco lavada
era insoportable. Tras nueve meses dando vueltas por el mundo, no hay
nada mas fácil de reconocer con tan solo olerla, que una parrilla
con el nombre 'cagalera' escrito de forma invisible en sus entrañas.
A mi, una similar a estas, me tuvo cuatro días seguidos sentado en
la taza del inodoro, en Cartagena de Indias.
Trabzon (Turquía)
Monasterio de Sumela
Hasankeyf
La
tarde de ese mismo día, tras una gran paliza de autobús, llegamos a
Trabzon, el mayor puerto comercial del mar Negro. Tras la caída de
la Unión Soviética, aquí llegaron en busca de una vida mas
prospera, comerciantes y prostitutas de esa zona, a las que los
turcos apodaron como, 'natashas'. Al menos, eso pone en la Lonely.
Así, que esperábamos encontrar aquí, un bario chino decadente y
algo peligroso y lo que vimos, desde el principio, es una prospera
ciudad, estılo europeo, con tiendas y pastelerías elegantes,
abundante venta de vino y cerveza -ya era hora-, calles peatonales y
luminosas y chicas con formas femeninas y no embutidas en faldamentos
-ya era hora también, después de nuestros últimos destinos, tan
recatados-, respirando vitalidad y autoestima. En tan solo unas
horas, nos pareció, haber pasado del lugar mas recóndito de Irán,
a Las Vegas. O quızás y digo bien, a Sodoma y Gomorra.
Mardin
Hoy,
hemos ido a Sumela, un precioso monasterio griego enclavado en un
desfiladero, en el interior de un impresionante parque nacional,
plagado de escarpadas montanas, riachuelos y cascadas. No hemos
podido colarnos, dado que éramos los únicos visitantes y podía
cantar mucho. Así que tuvimos que pasar por la taquilla.
Hasankeyf
Esta
noche nos vamos para Amasya, pero antes llenaremos nuestra bodega de
vino, en previsión de que puedan volver los tiempos difíciles.
Después, tiraremos para Sivas, Divrigi, Ankara, Safranbolu y Bursa,
a visita por día, para llegar el domingo por la tarde, a Estambul, a
la espera de nuestro vuelo a Roma, que saldrá en la mañana de
lunes.
Nos
quedaran dos cosas sin ver, de las inicialmente previstas: la ciudad
armenia de Anı, junto a Kars y el Monte Nemrut. Una pena, porque son
preciosos lugares. En un caso fue, por no traer la equipación
suficiente para un clima, que puede ser complicado, en esta época
del año. Y en el otro, por enormes restricciones militares, que
desaconsejan la visita. ¡Ya tenemos excusas suficientes para
retornar a este país.
3 comentarios:
-Desconozco, si en la actualidad, el acceso a Hasenkeyf es gratuito.
-En octubre de 2.012, la seguridad en la zona de Kars y Ani era, casi absoluta.
Saludos
Gracias eva.
Por las fotos que pones, Hasankeyf y Mardin, me parecen impresionantes. Que formulas en transporte publico hay para acercarse hasta allí??. O mejor, alquilo un coche.
Gracias.
Adela.
A ambos sitios, en transporte público, llegas muy bien. A Hasankeif, si no quieres dormir en Batman, tendrás que decirle al conductor, que te pare allí, pero no tiene pérdida.
En Turquía el transporte público es una muy buena opción, pero alquilar un coche, es otra alternativa.
Saludos.
Publicar un comentario