Si ningún acontecimiento inesperado lo impide, el próximo 14 de junio, iniciamos un nuevo viaje, con destinos desconocidos. De momento, solo tenemos un billete, Valladolid-Milán, comprado por 7 euros, en Ryanair. Y lo hemos adquirido, porque las mejores ofertas, que hemos visto, para los posibles destinos, las hemos encontrado, desde la ciudad italiana (como otras veces).
Hampi
Desde ahí, cinco pueden ser las variantes a aplicar. Volar a Etiopía, Emiratos Árabes Unidos, Japón, Corea o Bangkok. Hemos desestimado, empezar este viaje por India, como en un principio, era lo previsto. La inmensa burocracia, a la hora de hacer los visados desde provincias –además del caro precio y las normas inflexibles en todo-, nos han cansado y desanimado
Hemos descartado también, volar a Turquía y entrar en Armenia y Azerbaiyán, para conectar con Irán. Los visados de estos países, son muy caros y demasiado largos de tramitar, para gente con tan poca paciencia, como nosotros.
Por otra parte, Irán ha modificado y restringido drásticamente, su política de inmigración: han eliminado la posibilidad de obtener las visas en el aeropuerto, para distancias cortas y ahora cobran 95 euros, más otros cincuenta, de una misteriosa tasa estatal, según nos han dicho en la embajada. Y yo me pregunto: Y, ¿qué es el visado, sino una tasa estatal?. ¡En fin!.
Cruzar por Sudán, a Egipto, también queda descartado. Jodhpur
Lo más normal, sería partir hacia Etiopía (258 euros, con Egyptair). En este país, nos centraríamos sobre todo, en la parte norte (Bahir Dar, Tis Abay, lago Tana, Gonder, Aksum y Lalibela) y el este (Harar), en detrimento de la zona sur, con parques nacionales y tribus. Aunque esto, no es seguro.
No contemplamos, llegar hasta Yibuti, a no ser que veamos fácil, obtener el visado de este país, en Addis Abeba. Desde allí, hipotéticamente, podríamos abordar la costa de Yemen, a tan solo 20 kilómetros, pero esto con las condiciones actuales, parece una utopía.
Lo más probable, acabada la visita de Etiopía, sería volar a Bahrein y recorrer también, Emiratos y Omán -¡¡buff, qué calor en pleno julio!!-, antes de volar a Bangkok, Corea o Japón.
El resto del periplo –contemplado entre los seis y los ocho meses-, transcurrirá fundamentalmente por Asia. No tenemos claro, si llegaremos hasta Oceanía (Australia y Nueva Zelanda). Dependerá de las tarifas aéreas del momento. Ahora nos son baratas, aunque hay algún resquicio por donde colarse, con Air Asia, vía Melbourne.
Nuestros objetivos en Asia, en orden desconocido, son: Japón, Coreas, Taiwán, Myanmar, India, Nepal, Bangladesh, Sri Lanka, Pakistán y retornar a zonas desconocidas de países ya visitado, como Filipinas e Indonesia.
Kathmandú
Las dificultades de este viaje son extremas. Más, que las de los anteriores largos, porque los destinos están muy salteados, la burocracia de algunos visados es inquietante, la imposibilidad de hacer tramos largos por tierra y que Air Asia –nuestra esperanza-, haya subido bastante los precios –también ha aumentado enormemente los destinos-, que disfrutamos en 2.008, durante nuestro viaje por el sudeste asiático.
Como, a lo largo del último periplo, por África meridional y del este, iremos informando en este blog, sobre el desarrollo del viaje. Una vez acabada esta aventura, seguimos con la misma idea que manifestábamos hace meses, de colgar las botas y dedicar la vida a otra cosa. ¡Aunque, es solo una intención!.