Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Feliz 2.013 y felices viajes

                                                                                     Kajuraho (Inidia)
            Como este, muy probablemente, será el último post de este año, quiero aprovechar para felicitaros estás fiestas –que tan poco me gustan- y desearos, que la entrada, en 2.013, sea favorable. Espero también, que llevéis a cabo fascinantes viajes y que os sigáis pasando e interesando, por los contenidos de este blog.
                   Mapa de Bangladesh
            Si el retorno a la vida laboral no lo impide –cosa, bastante improbable, tal como andan las cosas-, es bastante factible, que el nuevo año, sea el de nuestro sexto viaje largo. Sobre el papel, el proyecto está muy avanzado, dado que al ser el más aventurero de los llevados a cabo, precisa de buenos preparativos (muchos más, que los de los anteriores periplos).

            Partiríamos desde Milán, a Dacca (Bangladesh), en vuelo de la compañía, Saudi Arabian Airlines (unos 275 euros). Visitaríamos el país y haríamos la visa de India, adonde entraríamos, por Calcuta. Tras hacer un circuito, en forma de media luna, por puntos que no visitamos en el anterior viaje al país, saldríamos por la frontera de Wagha, a 29 kilómetros de Amristar, rumbo a Pakistán (visa en Delhi, presentando una carta de la embajada española).
                                                                                       Lalibella (Etiopía)
            Visitaríamos el país, en un periplo, fundamentalmente, urbano y semi urbano, para salir hacia China y entrar., en Kirguistán. De ahí, intentaríamos llegar, a Uzbekistán y hacer un circuito por esta nación, para posteriormente, volar a Emiratos, atravesar Omán y hacer un recorrido por Yemen (aún tenemos mucho que comprobar, en cuanto a la seguridad de este país, pero estamos en ello).

            En Aden (Yemen), embarcaríamos en uno de los barcos –son diarios, según hemos constatado-, que enlazan con Yibuti: De ahí, atravesaríamos, a Somalilandia y mataríamos el viaje, en Addis Abeba (Etiopía, ya lo conocemos). ¿Alguien se apunta?.
             Mapa de Yemen
            De alguna forma, nos gustaría incluir, Corea y Japón –aunque solo fuera Tokio-, en este viaje. Pero me temo, que por presupuesto, va a ser imposible.

            En los comentarios de este post, se irán detallando los recorridos, país por país.

            A lo largo de enero y en este blog, seguiré publicando las entradas, que faltan, sobre nuestro primer viaje largo: Navegación en velero, desde Cartagena de India, a Panamá y continuación por tierra, a Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y México.   

sábado, 1 de diciembre de 2012

10 posibles viajes para 2.013

                                                              Nueva York (Estados Unidos)
             En materia de viajes y salvo sorpresa mayúscula, 2.012 está finiquitado. No es nada probable, que nos pongamos “on the road”, antes de la primavera del año, que viene, como muy pronto. El problema fundamental es, que casi todos los destinos accesibles a través de vuelos de bajo coste, ya los conocemos. Vamos, que de Europa solo nos quedan, Bielorrusia e Islandia y Marruecos está trillado, después de siete periplos. Tendremos que atinar mucho, para conseguir buenos precios para zonas del planeta, más alejadas.

            No obstante, aquí os pongo una lista de diez posibilidades viajeras, para el año venidero., por orden de apetencia y de realización final:
Arriba, mapa de Argelia y Libia. Abajo, Banaue (Filipinas) 
            1ª.- El soñado sexto –y último- viaje largo. Para poder llevarlo a cabo, tendrían que darse unas condiciones muy favorables, que en estos momentos, no se cumplen en su totalidad. Volveríamos a India y desde allí, abordaríamos, Bangladesh, para saltar a Japón y a Corea del Sur y del Norte. Después, retornaríamos a Filipinas e Indonesia, desde donde nos dirigiríamos,, a Guinea Nueva Papua, Australia, Nueva Zelanda y algunos otros lugares de Oceanía -Micronesia o Polinesia-, aún por determinar.

                                                                Mapa de Centroamérica, arriba. Hampi (India), debajo. 
           Desde ahí, rumbo a la ya conocida Los Ángeles, para visitar Canadá y el este de Estados Unidos. Finalizaríamos este apasionante proyecto, campando por las islas grandes del Caribe –Cuba, Jamaica, Bahamas, Haití, República Dominicana y Puerto Rico y las pequeñas. Si existiera la posibilidad, llegaríamos hasta Islandia, aunque es improbable, antes de arribar, de vuelta, a España
                                                                   Mapa de India 
            Con esto, nos pondríamos en los 150 países visitados. Pero, dos son los principales problemas: el coste de los vuelos y el de la vida, en general, en Oceanía, Japón y Canadá.

            2ª.- Retornar a la India, para un viaje de un par de meses o tres, combinado con Bangladesh. Las posibilidades de llevar este plan a cabo son altísimas, dado que hemos encontrado buenas tarifas aéreas, para los dos destinos.

            3ª.- Cuba, Haití, República Dominicana, Puerto Rico y Jamaica. A estas alturas y sin nada mirado, la dificultad la prevemos, en enlazar todas estas islas, de forma económica, mediante ferry o avión.

                                                                       Prambanan, en Yogakarta (Indonesia)
            4ª.- Argelia, en un viaje de unas tres semanas. Tres son las rémoras: estamos cansados de los países islámicos, los precios del vuelo y el ferry y el alto coste del visado. Nos gustaría ir a Libia, llegado el momento, que se cumplan unas mínimas condiciones de seguridad.
                Mapa de Oceanía
            5ª.- Uzbekistán, Kirguizistán y Tayikistán. Romualdo y Patricio, en nuestro último viaje, nos hablaron muy bien de estos baratos e interesantes destinos. Pero, los vuelos no son tan accesibles.

            6ª.- Volver a Nueva York y hacer el este de Estados Unidos y el de Canadá. El inconveniente es, tratar de ajustar a lo menos posible, los gastos de este viaje de precio medio/alto.

            7ª.- Azerbaiyán e Irán. Sería una buena idea, aunque como ya he indicado, estamos algo cansados de países islámicos. También, nos desanima lo farragoso del visado iraní. Volaríamos a Bulgaria y cruzaríamos Turquía por tierra –por tercera vez-, para ahorrar dinero.
                                                                                                   Gran Cañón del Colorado (Estados Unidos)
            8ª.- Venezuela. Viaje anulado en abril de 2.009, después de tener lso boletos aéreos adquiridos, debido a graves acontecimientos personales. En la actualidad, no hemos encontrado un chollo aéreo, como entonces.

            9ª.- Islandia. Sería factible, si encontráramos a alguien, para compartir los gastos del cloche de alquiler

             10ª.- Guinea, Liberia Costa de Marfil, Ghana, Togo y Benin. Opción altamente improbable, dadas las tarifas aéreas y la elevada inversión en visados. 

viernes, 23 de noviembre de 2012

Un polvorín, en constante alerta roja

                                                        Alaverdi (Armenia)
Y la cosa no dio para mucho más. Una información incorrecta, que nos proporcionó el dueño del hotel, de Prizren, nos causó bastantes molestias. Nos aseguró, con contundencia, que en Kosovo no hay cambio de hora. Pero luego, eso no es verdad. Así, cuando nos levantamos a pasear por la ciudad –solos y al amanecer, contemplando sus maravillosos edificios y las vistas, desde la elevadísima fortaleza-, eran las seis y no las siete o cuando fuimos a tomar e autobús, para Skopje, no había ninguno, porque todavía faltaba una hora.
                                                                      Dilijan (Armenia)
Nos enteramos, cuando creyendo estar en las doce menos cuarto, fuimos a protestar, por el retraso del bus, que salía a las once y media. En realidad, faltaban tres cuartos de hora.

Dos pequeñas incidencias más: el exhaustivo registro, que nos hicieron en la aduana, de Macedonia y encontrarnos una caja de rico baklava, que nos zampamos, sin piedad.

Teníamos miedo de perder o de retrasos, en alguno de los tres vuelos, que nos devolvían a casa. Pero afortunadamente, esto no ocurrió.

Durante este viaje, hemos recorrido algunas de las zonas más conflictivas de Europa, que han sido protagonistas de conflictos, en las últimas décadas. La permanente tensión entre Armenia y Turquía, viene ya desde hace más de un siglo y lo que ha ocurrido en los Balcanes, a lo largo de los años noventa, a nadie se nos escapa. Si añadiéramos Azerbaiyán, Nagorno Karabaj, Osetia del Sur y Abjasia, podríamos montar una ensaladilla rusa, de lo más variado y de imprevisibles sabores.

Esta es de Dilijan y la de más arriba, de Yerevan (Armenia). La de abajo es, de Kars (Turquía)

Las dos principales preguntas, en el plano trascendente, que nos hemos hecho, durante este periplo, son las siguientes: 1ª. ¿Ha llegado la hora de pasar página, después de casi un siglo, al genocidio, que acabó con más de millón y medio de armenios?. 2ª. ¿Se pudieron evitar las terribles guerras de los Balcanes y haber permanecido una Yugoslavia unida y próspera?. Y ya, en un sentido menos relevante y sin buscar una respuesta tan urgente. 3ª. ¿Qué pintaba Armenia, en un bloque como la URSS, cuando es un país absolutamente distinto, a los otros siete, que conocemos?.
                                                                                        Sivas (Turquía)
Supongo, que responder a las dos primeras cuestiones, llevaría decenas de folios y ni siquiera, los mismos historiadores, se pondrían de acuerdo. No soy una persona experta, pero me considero con derecho, a emitir una opinión.
                                           Arriba, Maun y debajo, Skopje (Macedonia)
En cuanto al primer asunto, yo creo que sí. Va siendo hora de cerrar las heridas, después de tanto tempo y aunque sea algo muy doloroso. De hecho y en 2.010, estuvo a punto de reabrirse la frontera, pero finalmente, este paso no se produjo. Turquía reconoce la masacre, pero no lo considera un genocidio, al alegar, que mucha de la gente murió en la huída, de frío o hambre.

Sin embargo, La mayoría de los historiadores aseguran, que lo fue. Incluidos, algunos turcos. Es el segundo genocidio más estudiado en el mundo, después del holocausto de los judíos.

Parece, que va llegando el momento, de que unos reconozcan sus errores y llamen a las cosas por su nombre. Y la de que los armenios perdonen, aunque no olviden. Es, como si siguiéramos aireando, a estas alturas, los desmanes, que pudieron cometer los incas o los españoles, en su imperio americano.
 Skopje (Macedonia)
En Yerevan existe un museo dedicado al genocidio. Los armenios harían bien, en reestructurarlo y que la gente, que lo visita, pueda hacerse una idea, de lo que realmente, ocurrió (aunque sea solo, la versión de una de las partes). Nosotros no estuvimos, pero sí, Romualdo y Patricio y nos comentaron, que tras la más de dos horas, no habían conseguido hacerse una composición de lugar y de cronología.

En cuanto a la segunda cuestión, no solo pienso, que las guerras de los Balcanes, se podrían haber evitado, sino que hoy habría una Yugoslavia próspera, tras el particular comunismo, de Tito. Nosotros hemos visitado las siete repúblicas, que salieron de ese antiguo país y a simple vista, no se observan tantas diferencias. En Macedonia y hoy en día, cristianos y musulmanes, conviven en total armonía.
                                                                               Prizren (Kosovo)
Solo habría bastado, con haber controlado a esos elementos separatistas, que prendieron las hogueras nacionalistas y haber reprimido, de alguna forma, las ansias de poder, de Serbia. Ya sé, lo que diréis. Muy fácil de decir, pero nada sencillo, de conseguir.

Este tema es muy delicado y fácilmente exportable, a la situación de otros países, como el nuestro, a falta de un día para las elecciones, en Cataluña. Pero, sobre este asunto, no voy a opinar, porque la política no es el objetivo de este blog

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Prizrem: un broche de oro para este viaje

                                                      Todas las fotos de esta entrada son, de Prizren (Kosovo)
            Como suele ser nuestra costumbre –nos suele dar buenos resultados, aunque inquietantes-, optamos por el plan de más riesgo: ir a Jankovic y buscarnos allí la vida, para tratar de llegar, a Prizren. Por si las moscas, nos avituallamos de comida y cerveza, adecuadamente. Por motivos propios y ajenos, conseguimos que el día salga redondo –si no fuera por la constante y demoledora lluvia- y acabamos cumpliendo nuestros objetivos, con creces.

            Salimos algo tarde y a los diez minutos, nos hacen cambiar de autobús, por motivos desconocidos, a un vehículo abarrotado y viejo. El cobrador corta nuestro billete, sin mirar el destino. A las cuarenta y cinco minutos, nos vemos en la frontera. ¿Dónde estará Jancovik?. ¿A este lado o al otro?

            Como en otras naciones ex -yugoslasvas, la tradición es apuntar el nombre y el número de pasaporte en un listado, antes de cruzar la línea divisoria entre países. En total, tardamos media hora, entre aduanas y control de policía (no hace falta bajar del bus, dado que suben ellos). Para salir de Macedonia no ponen sello, aunque sí para entrar, a Kosovo.


            El paisaje, que es muy montañoso y bello, nos acompaña durante bastantes kilómetros. Sin saber donde está nuestro destino, ya hemos tomado la decisión de llegar a Prístina, por la tercera parte de lo que cuesta el billete. Habíamos oído, que la capital de Kosovo es un lugar horrible, pero quienes lo dijeron, se quedaron cortos. No llevamos ni cinco minutos en la ciudad, cuando ya estamos valorando, seguir camino hasta Prizren, al precio que sea.

            Las dos horas que permanecemos en la ciudad, las empleamos en transitar por sus destartaladas calles, soportar el agresivo tráfico –a diferencia de Macedonia-, lidiar con los maleducados modales de la gente –sobre todo, en materia de aparcamiento- y en ir y volver al centro, que apenas presenta una calle peatonal –en diferente estado de conservación, según los tramos-, un par de mezquitas, una torre del reloj y muchos cables eléctricos exteriores, que interrumpen cualquier contemplación o cualquier intento de fotografiarlos. Los hoteles aquí, son escasos y tan sólo, para ciudadanos de posibles.

            Vinimos a Prístina, para encontrarnos con la historia reciente, pero apenas hallamos, edificios al más puro estilo soviético, supermercados bien abastecidos, algún dejado parque y tiendas de tipo occidental. Nada de enfrentamientos religiosos, musulmanidad exacerbada, militares por todas partes, reyertas ksovo-serbias o fuerzas de la KFOR (escasas, extremadamente meticulosas y apenas, vigilando un par de iglesias, en Prizren).


            La suerte nos sigue acompañando. Retornamos a la estación y, cogemos un bus, casi al vuelo, para Prizren. Esta ciudad son palabras mayores y maravillosas. ¡Procurad descubrirla con calma!. Con su plaza principal, su puente de piedra, que divide la ciudad, sus iglesias, sus mezquitas y sus bellas casas, además la fortaleza en ruinas, desde donde se contemplan magníficas vistas. En algún edificio, apenas se atisban algunos restos, de lo que parece metralla. Decenas de restaurantes, bien montados, pero casi todos, vacíos. Y eso, que es sábado por la tarde.

martes, 20 de noviembre de 2012

Aventuroso, Kosovo

                              Las dos primeras son, de Pristina (la segunda una foto) y el resto, de Prizren
            Kosovo está siendo una aventura. No por el riesgo que estamos asumiendo –el país es una balsa de aceite- o por la ausencia de infraestructuras para el viajero –transporte correcto y hoteles, más que eso-, sino por que esta última parte del viaje, se nos ha endiablado y nos ha obligado, constantemente, a cambiar de planes.

            Nuestra primera intención, era alcanzar Prístina desde Sofía. Ni una sola compañía de buses, ofrece el trayecto. Suponemos, que porque por el medio de ambas, se halla Serbia. Decidimos irnos a Ohrid y luego, a Skopje. En un principio, renunciamos a visitar Prístina y concentramos nuestros esfuerzos en la prometedora, Prizren.

Al llegar a la capital de Macedonia, una verrugona –con pelos canosos sobre la misma- y antipática chica de información de buses, nos indica, que a Prizren, sólo hay un autobús al día –en un horario muy poco conveniente- y a Prístina, ninguno. Confusión. No es, que haya cambio de estrategia. Simplemente, no hay planes. A todo esto, nos resulta imposible encontrar un mapa de Macedonia, que nos aclare las fronteras, con Kosovo. Raro, en un país tan nacionalista.

            Tras pasear, comer y desacelerarnos un poco, decidimos volver a la estación, a ver si hay más suerte y nos toca otra persona (con o sin verruga, que eso, igual nos da). Ahora sí, tenemos más suerte y resulta, que sí existen buses a Prístina y no pocos. Otra opción y como novedad, es ir a Jankovic, en la frontera y esperar que haya buses a Prizren. Pero nadie sabe darnos una respuesta sobre el asunto.

            Tras las nuevas averiguaciones, barajamos dos posibilidades. Conformarnos con visitar la insulsa capital kosovar o probar suerte y tratar de ver, si desde la frontera, podemos llegar, a Prizren, de alguna manera. La almohada deberá ayudarnos a tomar una decisión, con tantas dudas.

Aunque, varios acontecimientos nocturnos interfieren en nuestra comunicación con ella: la alta música de un local de los alrededores, los gritos y aporreamiento de la puerta de una habitación cercana, de una chica desesperada y llorosa y los puntuales y cantarines muecines de las mezquitas. ¡Malditos, ellos!.

Todo había sido mucho más fácil, si desde el principio –como ocurrirá al día siguiente-, hubiéramos deducido, atando cabos, que todo autobús, con dirección a Prizren y aunque Google Maps diga lo contrario, para por Pristina (o al menos, por sus inmediaciones).

lunes, 19 de noviembre de 2012

Skopje, con sus dos realidades, nos recuerda a Tbilisi


            Somos amantes de músicas diversas, aunque no expertos y tal vez, para un entendido, lo que voy a decir sea una auténtica barbaridad. Pero, en Bulgaria, Georgia, Armenia, Macedonia y Turquía, tenemos la sensación de venir escuchando los mismos ritmos: mucha percusión y voces contundentes, salvo cuando la melodía –en menos ocasiones-, se torna en melancólica y se acerca más a la música árabe. Hablaríamos de un género turco-griego-albano-macedonio-armenio, que a nosotros nos encanta.

El conductor, que nos ha llevado esta mañana, a Naum , se ha emocionado demasiado y ha puesto este tipo de música, a todo trapo, algo infrecuente, en este periplo, que hoy llega a su día 32.

            Naum es un lugar agradable. Apenas hay pueblo, pero el transporte público, llega hasta aquí, en este punto colindante con la frontera, de Albania. A diferencia, de Ohrid, el lago aclara sus oscuras aguas –aquí se convierten en un color azul turquesa-, las montañas disipan la neblina y el paisaje se tiñe de verde.
                  Las tres de arriba son de Naum y las cinco de abajo, de Skopje (Macedonia)
            Una pequeña, aunque cuidada y coqueta iglesia y un monasterio con varios edificios, además de unos manantiales y un río, son sus interesantes atractivos. Los religiosos no pierden el tiempo. Cobran el café de máquina, al triple que en cualquier otro lugar. Y las habitaciones, que alquilan, a 74€ la doble, con vistas a la montaña, se convierten en 126 €, con panorámica hacia el lago. No sabemos -o no debe tener-, lo que cuestan las alcobas con vistas a nada.

            Hasta ahora, es este hecho, lo que nos ha resultado más extraño, después de dos días en este tranquilo país y sin ir aún, a Skopje. Los macedonios son, casi tan amables como los esmerados búlgaros, todo es más barato de lo esperado, los supermercados están muy bien abastecidos y hay transporte público a cualquier parte. La única nota discordante, fácil de repeler, son los pesados y agresivos taxistas, que pululan por aquello lugares, por donde pueda haber algún guiri (y eso, que en esta época del año, somos muy pocos).

            En menos medida inquieta, el exacerbado nacionalismo –típico de esta zona-, que nos hace ver constantemente, en cualquier parte y situación, la bandera de Macedonia (rojigualda, como la nuestra, pero más chula). Skopje tiene pinta de ser, la ciudad del mundo con más estatuas por metro cuadrado y sería la de más vallas oxidadas y retorcidas, tapando obras y otras carencias, sino estuviera en el primer puesto, Tbilisi.

            Podríamos decir, que hay dos Skopjes distintas, en la actualidad. Una se articula en torno al río, con el teatro nacional en una de sus riberas. Sería un entorno más bello, si fuera peatonal, más ajardinado, sin obras perennes, zanjas y escombros acumulados y nunca retirados. Al estilo de la cercana y antigua estación de trenes, afectada por el terremoto de 1963 y nunca más rehecha. Su reloj permanece parado a las cinco y diecisiete horas y su entorno, en un estado sucio, lleno de cascotes y basura acumulada. ¡Lamentable!

            Por el contrario, cruzando el agradable puente de piedra, llegamos a Carsija, el barrio histórico. Bonito, aunque de estructura desigual, con calles empedradas, mezquitas, iglesias –conviviendo en armonía-, hammanes y un fuerte medio en ruinas. Una calle ascendente, concentra la mayoría de los bares. Otras dos o tres, constituyen el bazar, no muy animado. Tan sólo algunas tiendas de recuerdos, donde curiosean los escasos turistas, que visitan la ciudad. Otros establecimientos permanecen cerrados, no sabemos muy bien, si de forma permanente o por ser el segundo día, del Eid Al Adha (celebrada fiesta musulmana).

            Es posible, que una vez más y visitando los Balcanes, afortunadamente, nos vayamos sin probar, el desaconsejable, borek

domingo, 18 de noviembre de 2012

Decepcionante Veliko, maravillosa Ohrid

                                                                               Sofía (Bulgaria)
           En el bellísimo monasterio de Panteleimon, de Ohrid, cuna del maldito alfabeto cirílico, pone con claridad y contundencia, que está prohibido hacer fotos en el interior y el ingreso en bikini o bañador.
           Plovdiv (Bulgaria)
Pero antes de llegar a Macedonia, pasamos tres días en Bulgaria. El regreso a este país, supone el reencuentro con la cerveza –después de una semana de abstinencia- y con una gastronomía más variada.

La primera jornada transcurre en la sensacional, Plovdiv, que tras su animada calle peatonal y plazas, esconde un espléndido casco histórico, de callejuelas empedradas. La segunda la agotamos en la algo decepcionante Veliko Tarnovo. Sus principales atractivos se hallan dispersos, por una alargada e interminable calle, que acaba con la paciencia de cualquiera, después de que la has recorrido entera, cuatro o cinco veces.     Estas 3 son de Veliko Tarnovo (Bulgaria)
Como contrapartida, disfrutamos del mejor alojamiento del viaje, por tan sólo 15 €. Amplia habitación, con cuidado baño, calefacción –que buena falta hace- y televisión por cable. En una sola noche, se secó toda la ropa mojada, que veníamos arrastrando, a lo largo de toda Turquía.

De nuevo en Sofía, la ciudad nos recibe con cuatro o cinco grados menos, que hace un mes, con pocas novedades que ofrecernos y con una mala noticia: no hay autobuses, a Pristina, ni a ninguna otra parte de Kosovo, por lo que nuestra salida natural es, dirigirnos a Ohrid, en Macedonia e ingresar en la nación kosovar, por Prizrem, abandonando la idea de visitar la capital, que al margen de lo simbólico, tampoco debe de ofrecer muchas cosas interesantes.

La frontera de Macedonia es más tranquila, que la anterior, aunque no nos ponen sello de entrada en el pasaporte, asunto que nos intranquiliza. El bus llega a Ohrid, a las 2:45 h de la madrugada, con un intenso frío y rachas de aire helador. A diferencia de cualquier país de África, no existe la cortesía de permitir la estancia en el interior del vehículo, a los pasajeros, hasta que amanezca. Como es una ciudad pequeña, no hay nada abierto, nos toca vagar por las bonitas y bien iluminadas calles, durante horas. Los sitios algo guarecidos, parecen ratoneras, para nuestra seguridad.
                                                                                          Las 3 siguientes son de Ohrid (Macedonia)
Nos cuesta encontrar alojamiento. Hay muchísimos –en diverso estado de conservación- y están vacíos, pero no se bajan del burro de sus tarifas. Cuando al fin, alguien lo hace, lo recompensamos, cargándonos la vetusta cisterna de la habitación preparando una escabechina acuática tremenda, junto con el naufragio de papel higiénico, cascotes, siliconas…

Ohrid, recompensa con creces nuestros esfuerzos y penurias. Tras sus empinadas cuestas y las magníficas vistas del lago, se hallan conmovedoras iglesias, un anfiteatro, las ruinas de una basílica, un fuerte, las empedradas calles del casco histórico y el referido y maravilloso, monasterio de Panteleimon.

No hemos vuelto a ver, a la pareja de australianos, que como únicos turistas, nos acompañaron en el autobús, a Ohrid. Ella hablando a gran velocidad, no le dejó meter baza, en todo el tiempo que aguantó despierta.