Este es el blog de algunos de nuestros últimos viajes (principalmente, de los largos). Es la versión de bolsillo de los extensos relatos, que se encuentran en la web, que se enlaza a la derecha. Cualquier consulta o denuncia de contenidos inadecuados, ofensivos o ilegales, que encontréis en los comentarios publicados en los posts, se ruega sean enviadas, a losviajesdeeva@gmail.com.

domingo, 23 de abril de 2017

Itinerarios del séptimo viaje largo, con Kuala Lumpur, como centro de operaciones

Rotorua (Nueza Zelanda)          
          Mientras vamos avanzando en nuestros pesados, dilatados e inacabables asuntos logísticos, nos hemos metido ya de lleno en el itinerario del séptimo viaje largo, que sufre un nuevo y poco importante retraso -por razones ajenas- y cuyo inicio enclavamos, a fecha de hoy, a finales del próximo mayo, esperamos, que con todos los temas resueltos (y aunque no lo estén, probablemente, partiremos igual).

          Los pensamientos siempre son libres, pero para racionalizarlos y en nuestro caso, siempre los ponemos en una hoja de cálculo y os sorprenderéis, lo mucho que se pueden adecuar los planes, obrando de esta manera. Manejamos tres recorridos alternativos -con más de diez vuelos en todos los casos-, aunque altamente coincidentes en cuanto a los destinos. A simple vista, unos nos parecían mucho más caros, que otros, pero en la realidad, no hay ni siquiera cincuenta euros de diferencia, entre cualquiera de ellos.

Phuket (Tailandia)
          Resulta gratificante y muy económico, que se pueda llegar hasta Nueva Zelanda, desde Madrid, visitar unos 10 países intermedios y volver, a España, por menos de 1.400 euros por persona (a los precios actuales, encontrados ayer en los buscadores de vuelos). En Asia y Oceanía, las low cost aéreas siguen funcionando a pleno rendimiento y con tarifas geniales (fundamentalmente, Air Asia y Jetstar Airways, aunque no, exclusivamente). . Lástima, que uno de esos ansiados destinos, como es Papua Nueva Guinea, no nos sea siquiera accesible, desde Brisbane, desde donde Quantas nos pide más de 200 euros por un viaje de unas tres horas de duración. Pero, no nos rendimos y seguimos investigando.

          A partir de aquí, os detallo los tres posibles periplos, que valoramos en la actualidad y los precios de los aviones. Decir, eso sí, que Kuala Lumpur, será nuestro hub especial, del que partiremos y volveremos mil veces (Air Asia, obliga). Nos gustan más Bangkok o Calcuta, como centros logísticos, ¡pero no pasa nada!.

          1º itinerario: Madrid-Bangkok (253 euros). Kuala-Lumpur-Auckland (146 euros)-Chritschurch (34 euros)-Sydney (82 euros)-Kuala Lumpur (150 euros)-Bandar Sen Begawan (Brunei)-Kuala Lumpur (74 euros, ida y vuelta)-Tokio-Kuala Lumpur (267, ida y vuelta)-Calcuta (89 euros), para un total de 1.095 euros. Desde la capital de Malasia, también podríamos volar, a Madras -Chennai-, por unos 82 euros y a Bangalore, por 102. Desde Bangkok, a Calcuta, es posible desplazarse por unos 72 euros.

Bandar Seri Begawan (Brunei)
          2º  itinerario: Varia del anterior, en su fase inicial, dado que volaríamos, a Bangalore, vía Delhi (249 euros). Una vez acabado el largo periplo por India, desde Calcuta, saltaríamos, a Bangkok (72 euros) y comenzaría el recorrido visto anteriormente, que terminaría, en Kuala Lumpur, una vez visitadas Nueva Zelanda, Australia, Brunei y el país nipón. En total, resultan ser 1073 euros.
                                                                                                        Barrera de coral, de Caims (Australia)
          3º itinerario: Desde Madrid, volaríamos, a Osaka (310 euros) y una vez hayamos viajado por Japón, nos moveríamos, a Kuala Lumpur (150euros ), desde Tokio. Tiene, como ventaja, que nos ahorramos un tramo, desde la capital de Malasia. A partir de ahí y como en los dos casos anteriores, se lleva a cabo el recorrido por Oceanía y Brunei, sin mayores cambios. Como siguiente objetivo, llegaría India, que acometeríamos de la misma forma, que en la primera versión de itinerario. En este caso, estamos hablando de un total de 1.113 euros.

Calcuta (India)
          En todos los casos, hemos constatado, que sale más barato ir y volver, a Kuala Lumpur, que enlazar destinos, como Japón o Brunei y estos dos, con Oceanía.

          Queda por determinar, que ocurrirá, cuando se haya completado cualquiera de los itinerarios expuestos, existiendo las siguientes opciones:
Kuala Lumpur (Malasia)
          -Tratar de abordar Mongolia, partes de China desconocidas y Tibet.

          -Volar a una o varias repúblicas de Asia Central.

          -Acometer Yemen y cruzar por barco, a Yibuti y Somalilandia, para retornar a España, desde Etiopía. Resulta una solución bastante improbable, aunque todavía no la hemos descartado totalmente.

                                                                        Tokio (Japón)
        -Volver a casa, sin más complicaciones.

lunes, 17 de abril de 2017

Avanzando en el itinerario y en el estudio de los permisos de los estados del nordeste, de India

Arunachal Pradesh (India)
           Terminan las pesadísimas procesiones de Semana Santa, que tanto colapsan el centro de ciudades, como Valladolid y nuestros preparativos -de forma impertérrita e impasible- siguen avanzando, camino del cada vez más próximo -aunque parece, que no llega nunca-, séptimo viaje largo.

          Los planes continúan siendo, básicamente, los mismos, aunque abrimos el abanico de posibilidades. En cualquier caso, no compraremos los boletos aéreos, hasta que tengamos la mayoría de asuntos resueltos y para eso, restan al menos, tres semanas.
                                                                                                           Assam (India)
          Volaremos, a Bangkok, como otras tantas veces, aunque en estos momentos, los precios no son muy favorables, por lo que no descartamos tampoco, iniciar el viaje por India y luego, ir avanzando hacia el este. De todas formas, seguimos pensando aterrizar, en Phuket y recorrer la zona oriental de Malasia -fundamentalmente, Perhentian-, antes de arribar, a Nueva Zelanda, desde Kuala Lumpur, con Air Asia.
Estados de la India
          Finalmente y tras numerosas dudas, hemos decidido recalar en este país, aunque de momento, con un viaje de perfil no demasiado alto. Nos dejaremos caer por las dos islas -la norte y la sur-, dado que existen vuelos entre Auckland y Christchurch, por unos 28 euros, con Jetstar Airways y a partir de ahí, exploraremos lo más próximo a estas ciudades, siempre que no se nos vaya de precio y que sea posible acceder en transporte público. ¡Nada fácil!.

          El resto de destinos, compuestos, en un principio, por Australia, Nueva Guinea Papua, Japón, Brunei e India, continúan bajo las directrices ya expuestas en posts anteriores y que siguen vigentes.
Nabipur (India)
          Exponer, eso sí, información sobre los permisos a solicitar en los estados del este de India, aunque no lo toméis a rajatabla, dado, que puede estar no del todo actualizada. ¡En India, las cosas cambian rápido!. Trataré de ir actualizando datos en próximas entregas, si descubro cosas nuevas.

          Los permisos para Sikkim, se llaman ILP (Inner Line Permit). Para extranjeros, son gratuitos. Se necesitan dos fotografías de carnet y fotocopia del pasaporte. Se pueden solicitar en seis sitios diferentes:
Meghalaya (India)
          -En las embajadas de India, al tiempo de pedir los visados (ARKE, en España, que desde el 1 de abril, ya no admite envíos por mensajería)).

          -A la llegada al país, en el puesto fronterizo, de Rangpo.

          -En la Sikkim House, de Delhi, en Panchsheel Marg, Chankyapuri.

          -En la Sikkim House, de Calcuta, en Middleton street.

          -En la oficina de turismo, de Sikkim, en Siliguri, en la SNT Terminal, en Hill Cart Road.
                                                                  Mizoram (India)
          -En la oficina regional de registro para extranjeros, de Darjeeling, en Laden La Road. Aquí, se solicita el formulario y una vez rellenado, se debe ir a la oficina del juez del distrito. ¡Parece un poco lío!.

          Los salvoconductos ofrecen una validez de treinta días -antes, quince-, desde la fecha de entrada y son ampliables uno o dos días antes del vencimiento, por otros tantos. Al salir de Sikkim, un nuevo permiso no se puede obtener hasta pasados tres meses.
Nagaland (India)
          Parece ser y según datos de 2.014, que se han eliminado los permisos RAP para los estados del nordeste, aunque hay que registrarse en la comisaria de cada capital, salvo para Arunachal Pradesh. Aquí, exigen un grupo mínimo de dos personas y para obtenerlo, se precisa de una carta de presentación, fotocopias del pasaporte y del visado, dos fotografías y una cuota de tramitación de cincuenta dólares. Son válidos, durante treinta días.. Se debe presentar la solicitud en una agencia, aunque se viaje de forma independiente. Con lo cual, a este estado, me temo, ¡que le van a dar...!.
                                                                                                        Sikkim (India)
          Anteriormente, los permisos de área restringida, eran necesarios para Assam, Nagaland, Manipur, Mizoram, Tripura y Meghalaya. Se requería un mínimo de cuatro personas o parejas con un certificado de matrimonio. Era válido para diez días. Las solicitudes se debían hacer en el ministerio del interior, en Delhi -tardaban meses y solían ser denegadas-; en la oficina de registro de extranjeros, de Calcuta -excluía la visita, a Tawang, desde Arunachal Pradesh; restringía el acceso, a Nagaland y no permitían el paso, a Mizoran- y la más fácil y fiable: una agencia de viajes acreditada. Afortunadamente, ¡esto ya pertenece al pasado!.
  Tripura (India)
          Otro de nuestros avances, está relacionado con la situación de nuestro contrato telefónico. Al parecer y poniéndose en contacto con “servicios especiales”, de Orange y no con el departamento comercial de la compañía -sale bastante más caro-, se puede suspender el teléfono móvil, durante seis meses, sin coste y el fijo, durante tres, en este caso, abonando seis euros mensuales. Me queda la duda, que mañana solucionaré con ellos, de si con el celular inactivo, puedo seguir utilizando aplicaciones de mensajería en el extranjero y las llamadas, que ofrecen, con wi-fi.  

domingo, 9 de abril de 2017

Engrasando la maquinaria del séptimo viaje largo, tan ansiosamente esperado

                                                                 Darjeeling (India)
          En 2.008, comenzaron nuestros viajes largos -siempre, superiores a los 100 días- y en este 2.017 -casi diez años después-, pretendemos poner punto final a esta fórmula viajera, que tanta satisfacción nos ha dado, con nuestro séptimo periplo, que de no mediar contratiempos, echará a andar en las primeras semanas de mayo.

          Concurren, en esta ocasión, varias circunstancias especiales: la primera y más importante es, que andamos algo más achacosos de salud, que en las aventuras anteriores, lo que sin duda, constituye un hándicap, que pretendemos superar.
Bangkok (Tailandia)
          La segunda y no menos banal consiste, en que nunca antes, había transcurrido tanto tiempo entre un viaje largo y otro anterior: tres años casi, desde que regresamos de nuestro periplo por Tailandia, India, Bangladesh, Egipto e Israel. En este tiempo, sólo hemos viajado al extranjero una sola vez, a Corea del Sur, en noviembre de 2.015, durante casi tres semanas. Por tanto, nuestra falta de forma y ritmo viajero se muestra palpable.      Leh (India)
          Ello y otras circunstancias excepcionales -la más significativa, que estamos pendientes de poder consolidar nuestros ingresos para este año, a través de varias vías posibles-, nos ha llevado a formalizar un protocolo, que no utilizábamos desde el primer viaje largo, a América del Sur, Centroamérica y México. Se trata, de establecer un calendario de varias semanas -en este caso, cinco, en aquel, unas quince-, que debemos cumplir a rajatabla, sí o sí, para no eternizarnos en resolver los problemas vigentes. ¡La vagancia y más, cuando se van cumpliendo años, resulta ser una mala compañera!.
Auckland (Nueva Zeland)
          Muchos de estos aspectos, ni siquiera los mencionaré en este blog, al ser demasiado personales o insignificantes para el lector, pero sí, me gustaría incidir sobre otros, que pueden ser de interés general. Por ejemplo, en nuestra rutinaria visita al Centro de Vacunación Internacional, obtuvimos la novedosa información, de que la vacuna contra la fiebre amarilla, ya no se renueva cada diez años, sino que con la dosis inicial, vale para toda la vida.
                                                                                                         Tokio (Japón)
          Muy buena noticia, porque nosotros teníamos que renovarla el año, que viene y no nos hacía demasiada gracia. Sobre todo, a mi pareja, que no tuvo muy buenas experiencias con la primera entrega, allá por 2.008.

          La señora, que nos atendió fue tan persuasiva -más bien, tan pesada-, que accedimos a ponernos la vacuna de la hepatitis A y de la B. Hasta entonces, nos habíamos negado en redondo, dado que siempre nos habían indicado -y debe se verdad-, que a partir de los 40 años eres inmune, a la primera y que la segunda, sólo se contrae por relaciones sexuales variadas e inestables o transfusiones de sangre. Pero, ¡no hubo otra forma de callarle la boca y de que nos dejara salir de allí!, en tan furibunda emboscada. Total, ¿que más dan dos pinchazos más, si tenemos los brazos, como un acerico?.
Gran barrera de coral (Australia)
          La otra novedad, de momento, se encuentra relacionada con el dinero, las tarjetas y los tipos de cambio. En este último caso, son los más desfavorables -y por mucha diferencia-, que vamos a encontrar en todos nuestros periplos mundiales. Sirva, como ejemplo, que el dólar estaba a 1,60 euros, hace nueve años o que tres ejercicios atrás, te daban 83 rupias por cada moneda europea, en India, mientras hoy, ofrecen poco más de 68.

          Como siempre, llevaremos, al menos, dos tarjetas de crédito y dos de débito, cada uno, de entidades bancarias distintas. Pero, hemos abandonado ING -fiel compañera del pasado-, dado que ha subido ostensiblemente sus comisiones en el extranjero, llegando a ser iguales -o en caos, superiores-, que las de la banca tradicional. Además de los dos habituales euros por extracción, ahora te soplan un 3% del importe canjeado (antes era un 1%).
                                                                              Hyderabad (India)
          Tras mucho investigar -sobre todo, entre nuevos bancos, como Mediolanum-, hemos optado por la tarjeta inteligente, de EVO, que permite sacar dinero gratis en todos los cajeros del mundo -en España, a partir de 120 euros- sin más comisión, que la que te pueda meter, si acaso, la entidad donde obtienes el dinero (la misma, de haberla, siempre aparece en pantalla).
Nara (Japón)
          Naturalmente, nada es gratis en esta vida y exige alguna vinculación. Las más fáciles de cumplir son, domiciliar la nómina o transferir 600 euros cada mes. En cualquier caso, creemos, que el ahorro total en mordidas abusivas puede superar los 200 euros, a lo largo del viaje.


          Seguiremos posteando nuestros avances, incluidos los del itinerario, pero en este asunto tan candente, andamos algo estancados y no existen demasiadas novedades en relación con lo ya publicado en este blog.   

domingo, 12 de marzo de 2017

Cuando el diablo no sabe, que hacer o donde viajar, le da a la ironía

                                    Todas las fotos de este post son, de Valladolid (España)
          ¡Sí!. Vosotros podéis pensar, que somos la pareja perfecta -que lo somos-, que tenemos pasta para aburrir -no es para tanto, aunque pretendemos seguir sin trabajar, hasta nuestra muerte-, que conocemos unos 125 países -todos por libre-, que no tememos, ni a Donaldl Trump, ni siquiera y eso es de más valentía, a los hijos de puta de nuestros vecinos del adosado de nuestra derecha. Y mira, que son dañinos, trogloditas, seres primarios y asociales.


          Más fuertes, que Sansón, hemos salido liberados de la parte de nuestra familia tóxica y chantajista, manteniendo relaciones bastante fluidas y cordiales con el resto. Parece mentira, como se pueden mantener más conflictos -sin ni siquiera, herencias de por medio- con tus hermanos, padres, tíos y sobre todo, cuñados/as, que con cualquier ser malintencionado y malévolo, con el que te encuentras a lo ancho y largo de nuestro querido mundo. ¡Así de triste y de real!.


          La verdad es y abordando miserablemente la cincuentena, que ya sólo tememos a Hacienda -sin motivo, porque no le debemos nada- y a las enfermedades, al ir yendo para viejos. Y un poco, a dar menos la talla en los venideros viajes, que esperemos y en breve, nos aguarden.

          Pero, a pesar de tanta seguridad y quietud, no podemos ocultarlo: ¡nuestra vida actual es una MIERDA!, durante la última semana. Lo único, que progresa adecuadamente, como se decía antes, son los estados, de Whatsapp. Esa cosa, que pretende emular a Instagram o Snapchat y que no utiliza, casi nadie, porque -en lo que supone la mayor lacra de la humanidad-, no tienen costumbre de hacerlo y a ello se aferran. ¡Ya la tendrán, dentro de unos meses y si no, al tiempo!.


         El caso es y gracias a esta herramienta, que yo he conseguido enganchar a mis casi octogenarios padres, poniendo fotos espectaculares de nuestros viajes a India y creo, que más tarde o temprano, picarán el anzuelo y visitarán el país. Francamente, soy de la opinión, de que nadie debería morirse sin ir, a India.

          Pero, lo demás, ¡va fatal!, especialmente, desde el miércoles. La polémica remontada del Barcelona, me ha provocado una urticaria mental, de al menos 72 horas, que me ha mantenido en colapso transitorio y desconexión de todo medio de comunicación deportivo (cosa, por cierto, que tampoco viene mal, a decir verdad, para higienizar la cabeza).

          Y, ahí no acaba todo. Ayer y con confianza, acudimos al supermercado DIA, para beneficiarnos del descuento del 30% en congelados, gestionado previamente en la app de la compañía y, ¡oh sorpresa!, nos los cobraron a precio de tarifa normal.

          Sin fuerzas para reclamar por vía telemática -dado, que el ordenador ayer por mañana, se estuvo actualizando, indefinidamente, hasta que se lo impedí a las bravas-, por tarde en el Mercadona, hemos esperado veinticinco números en el pescado, para que un turno y dos antes, se liquidaran todas las sardinas y los bacaladitos, que iban a ser nuestra compra. ¡Dios!, ¿por qué nos merecemos nosotros esto y tan seguido?... ¡Encima, ambos eran marroquíes!. ¿No les basta con quitarnos el trabajo o los subsidios, que ahora también, nos arrebatan las sardinas en nuestra propia cara?. ¡Porca miseria!.


         Aún y sin sospecharlo, me esperaba algo peor, ¡realmente traumático!, en los tiempos, que corren. Al llegar a casa -y como no otras pocas veces-, el móvil se rebeló y se puso en modo avión, sin dejar desactivar este estado, manualmente. En una confabulación planetaria, el wi-fi se alió con él y todo se convirtió en el caos mundial y enajenación de nuestras mentes y eclosión de ansiedades. Un círculo con una barra cruzada nos hace ver, que el dispositivo nos lo tiene todo prohibido. ¡No le basta con geolocalizarnos, a cada instante, que ahora, nos quiere poseer y dominar!.

          ¡Los treinta minutos, sin whatsapp, mientras a duras penas, solucionábamos el problema, han resultado ser los más escalofriantes y angustiosos momentos de nuestras vidas!.

          A todo esto, no todo había sido tan malo, últimamente. Llevamos, en Valladolid, cuatro días en manga corta y varias semanas, dilucidando, cuando emprendemos el séptimo viaje largo -cada vez, queda menos- o si antes, llevamos a cabo un periplo por la comunidad de Madrid, la provincia de Huelva o la de Vizcaya.

          De momento y a la espera de la futura e inminente decisión, os dejamos unas cuantas fotos de nuestra ciudad. Hemos caído en la cuenta, que tenemos fotos de más de cien países y casi ninguna, de nuestro lugar de nacimiento

          ¡Ah, y lo del Barça, ya casi se me va pasando, a pesar del robo arbitral!. 11 Champions, a 5, es lo mismo, que el 6 a 0 de toda la vida, de cuando éramos pequeños. Y eso, a pesar de Messi, que para mi, es de largo, el mejor jugador de la historia, que yo conozco.

          En los comentarios del blog, se admiten condolencias por nuestro delicado estado, apechusques varios y sobre todo, eclosiones opinativas osadas y sin la capacidad de la ironía -el 99% de los seres humanos carece de ella- y también, los que nos puedan dar consejos, que son muy bien admitidos (aunque no solemos tenerlos en cuenta, dado, que vamos por libre).

domingo, 5 de marzo de 2017

Un mal día

                                                        Cuatro de Roma (Italia) y una, de El Vaticano (1.990)
          A lo largo de casi treinta años de viajes, ya hace tiempo, que hemos constatado, que un -o unos- mal día, te puede arruinar el destino más apetecido o largamente soñado. Aún, recuerdo el caluroso verano, de 1.990, cuando realizábamos nuestro primer interrail. Habíamos visitado, Francia, Holanda, Alemania y el norte de Italia de manera muy complaciente y relajada y descartamos Roma, para poder acercarnos a la por entonces, costa yugoslava.

          Llegamos hasta la frontera de Trieste y subimos a un destartalado tren abarrotado -muchos catalanes a bordo, por cierto-, donde no cabíamos casi ni de pie y en el que deberíamos pasar más de 20 horas seguidas, camino de la enigmática, Split. Éramos demasiado jóvenes e inexpertos para aguantar aquello, así que nos bajamos del convoy y pusimos rumbo nocturno, hacia la ciudad eterna.


          A decir verdad y a pesar de que el tiempo todo lo edulcora, resultó una visita decepcionante, a más de cuarenta grados, con la capital italiana vacía y con todo cerrado, como así debe ser en agosto. “Si es, que aquí está todo roto y medio abandonado”, nos decíamos, totalmente convencidos. Juramos y perjuramos, que nunca más volveríamos y que en la comparativa con Florencia, no había color, a favor de esta última y renacentista ciudad.

          Desde entonces, a Florencia sólo volvimos dos veces y a Roma, más de quince, siendo en la actualidad, junto a Bangkok y Calcuta, las ciudades del mundo, a las que nunca nos cansamos de retornar -quizás también, podríamos incluir, a Venecia y a Fez, en Marruecos- y que son, por orden aleatorio y dependiendo del momento, nuestra segunda, tercera y cuarta casa en el planeta..

           Joyas europeas, como por ejemplo, París, Praga, Budapest, Cracovia o Dubrovnik, nos parecieron vulgares a partir de la tercera visita. ¡Así de triste, pero tan real!.

          El ejemplo de frustración de repetición de destino, resultó ser Varanasi, en 2.014. Después, de que nos hubiera maravillado, fascinado y emocionado enormemente, tres años antes, nos quedamos como vacíos y autoculpabilizados, durante la segunda visita. Tanto, que mirar a los muertos ardiendo en la tradicional liturgia crematoria, nos pareció tan vulgar, como sentarnos a comer pipas en un parque cualquiera de nuestra localidad.
Una, de Sibenik y dos, de Zadar (Croacia, 1.999)
          Igual -aunque con menos intensidad-, nos ocurrió en la propia India, con lugares, como Madurai, Amber, Margao, Agra o Udaipur. En este último destino es seguro, que influyó mucho, estar casi a jornada completa, durante cuatro días consecutivos, buscando billetes para escapar del país, a punto de vencer nuestro visado de seis meses.

          Pero, en muchos casos, también nos ha ocurrido al revés: ciudades o lugares, que no nos despertaron demasiadas emociones en el primer intento, nos llenaron de pleno en el segundo. Por no salir, de India, cito las muestras de Bombay, Jaipur y Delhi. Y para equilibrar todo este complejo proceso, Puducherry, que nos provocó las mismas emociones una vez, que la otra.

          Es estado de ánimo, el cansancio, las propias relaciones interpersonales del momento, la meteorología, el comer bien o mal, el encontrar un alojamiento adecuado... y otras mil circunstancias más, condicionan a cada rato, como vamos a valorar el destino, que estamos abarcando. Se dice, que segundas partes nunca fueron buenas, pero en el caso de los viajes, esto no siempre se cumple, afortunadamente.

          Otro de nuestros hogares imprescindibles en el mundo, es Santiago de3 Compostela, donde llevamos a cabo nuestro segundo viaje juntos, allá por 1.989. Allí prometimos con entusiasmo, volver en 2.039, cincuenta años después. 


          Razones etílicas y gastronómicas hicieron, que retornáramos decenas de veces, aunque ya hace más de un lustro, que no pisamos por allí, porque se han subido a la parra con los precios y no hay quien los baje del burro. ¡Ellos verán!. Por nuestra parte y si la vida nos brinda la ansiada oportunidad, trataremos de cumplir, gustosamente, la promesa pendiente.
Debajo, nuestra Olympus, de 1.987, adquirida entonces, por unas 130.000 pesetas (unos 800 euros).

martes, 28 de febrero de 2017

Cuando las selfis no tenían palo y no daba palo, no hacerse diez selfis al día

Selfie, de 1986
          No voy a comparar juventudes, dado que nosotros salimos perdiendo, de todas todas, porque la nuestra pasó hace ya unos cuantos años y estamos ya más cerca de ser abuelos cebolleta -sin nietos-, que de la difusa adolescencia.

          Por otra parte, no vamos a ser nosotros, quienes critiquemos a la juventud actual, que probablemente, sea la más preparada de la historia de España y por contra, vaya a ser la que lo pase peor en el futuro -tiene toda la pinta-, desde la generación posterior a la guerra civil.

          Siendo abiertamente, máximos defensores de la juventud de esta época, si nos gustaría explicar un par de cosas.
                                                                                          Foto antigua, de 1.971
          1º.- Tenéis, que reivindicaros, por algo más, que ser la generación, que inventó la selfie -autofoto-. Como muestra la foto de arriba y de forma muy analógica y rudimentaria -aunque a nosotros nos pareciera el último grito-, ya se hacían hace más de 30 años. Además, hasta hace bien poco, la humanidad trascurrió su devenir cotidiano sin palos de selfie y sin que no llevar a cabo diez selfis diarias, no diera palo.    

          Y, acaso, ¿no eran selfis los autorretratos, que los pintores se hacían hace bastantes siglos?.

          De forma más digital, ya con los teléfonos móviles con cámara, hace más de diez años, que teníamos por costumbre, hacernos fotos a nosotros mismos en todos los aeropuertos, que pisábamos (y eran muchos).

          También podríamos hablar, de cuando las fotos se hacían con máquinas muy grandes y el fotógrafo -que daba miedo-, se envolvía en una tela negra, como muestra esta otra instantánea. Pero, no viene al caso, viejunear más.
Selfie, en Vigo, en 1.989
          2º.- No hace falta estrujarse y estropearse el cerebro, intentando mezclar palabras ocurrentes, para inventar conceptos distintos, con el inicio de una y el final de la otra. Por ejemplo, “juernes”, mezcla de jueves y viernes o “smombie”, conjunción de smartphone y zombie. Dejadle el trabajo a los publicistas, que son los que viven de esto.

          En los ochenta, sus marketinianos antepasados utilizaban la estrategia de la rima: “Alucina, vecina”; “que risa, tía Felisa”; “que no te enteras, Contreras”; “toma geroma, pastillas de goma”; “de que vas: de Bitter Kas”; “guay del Paraguay”; “la cagaste, Burt Lancaster”; “me piro, vampiro”; “te sales, minerales”...


          Este blog, cada vez está resultando más vintage. ¡Pronto volverán los artículos de viajes!.